Cuenta la historia que el general San Martín andaba en búsqueda de los colores que debiera llevar nuestra bandera. Decisión nada sencilla, puesto que dichos colores representarían a toda una nación.
Un día cualquiera el general tomaba un descanso a las orillas de la Bahía de Paracas y en sueños se le presentaron varias parihuanas volando sobre el mar. De inmediato el general despertó. Había encontrado lo que estaba buscando “los colores para nuestra bandera”. Estos serían los mismos colores de las parihuanas, es decir; “rojo y blanco”.
Se dice también que nuestra bandera es de color roja porque este color representa la sangre de los Incas y la de nuestros héroes, mártires y hombres de buena voluntad que dieron su vida para alcanzar la independencia del Perú el blanco por su parte representa la pureza de los sentimientos y la paz que finalmente había tocado a la puerta de nuestra nación.
En la actualidad, no solo existe una blanquirroja. Sino que también los países de Austria, Bahréin, Canadá, Dinamarca, Georgia, Indonesia, Japón, Malta, Mónaco, Polonia, Singapur, Suiza, Tonga, Túnez y Turquía tienen la suya.
No quiere decir que estos países quieran ser como el Perú, ni mucho menos nosotros como ellos. Cada país tiene lo suyo “bueno o malo” lo tiene.
Siempre que esta fuera la historia real. Las batallas que libraron nuestros hombres y cada gota de su sangre derramada valieron para inspirar los colores de nuestra bandera. La siesta de se tomó San Martín también cuenta más aún en tiempos en los que debemos no solo cuidar de nuestros jóvenes, mujeres y niños, sino también de nuestra naturaleza, flora y fauna.
Respecto a la siesta de San Martín, me temo que, como él, muchos peruanos nos tomamos una siesta – caímos en los brazos de Morfeo – y cerramos los ojos en tanto nuestro presidente nos contaba lo que ya sabíamos “que debemos seguir adelante” “que debemos ser una patria grande”. Un discurso con frases repetitivas, armadas y comunes. Ninguna novedad, cero creatividades. Probablemente el resultado de muy poca productividad en su primer año de gobierno.
“Los peruanos estamos candados de que las entidades públicas se pasen la pelota entre ellas y no asuman su responsabilidad” PPK. Efectivamente Señor Presidente, los peruanos también estamos cansados de que los presidentes hagan eso y mismo partido de fútbol hagan del Perú su cancha.
«Estamos reiniciando los grandes proyectos que tuvieron que detenerse por la corrupción o por un diseño financiero inadecuado». PPK. Lo correcto de acuerdo con mi profesor de redacción sería decir “Hemos reiniciado los proyectos que estuvieron detenidos y que traerán los siguientes beneficios”.
“La lucha de las mujeres es mi lucha”. PPK. Me permito decir Presidente que pudo usted haber hecho alarde que hoy su gabinete ministerial tiene más mujeres y que estas están ejerciendo puestos claves en la toma de decisiones de nuestro país. Suena más convincente el resultado que la sola idea. El resultado vendría a ser como nuestra bandera “La blanquiroja”.