La Posta Médica Veterinaria “Dr. Beker” está en el ojo de la tormenta. Avatar y Sofía, dos gatitas, aparentemente fueron víctimas de la irresponsabilidad y mala praxis dentro del establecimiento.

El pasado 05 de agosto la familia López Cárdenas llevó a sus mascotas, al local ubicado en la avenida Grau, para que las esterilicen. No imaginaron que esta visita se convertiría en una pesadilla.

“Al día siguiente nos comunicaron que la veterinaria sufrió un robo. Fuimos y las puertas de las jaulas estaban abiertas, nos dijeron que se las habían robado y también algunas bolsas de comida”, contó para Pro & Contra Gonzalo López Cárdenas.

Los dueños de las felinas las buscaron sin éxito por los alrededores y solicitaron que el veterinario Gustavo Adolfo Puescas Zamora ponga la denuncia correspondiente.

“Mi mamá llamó al doctor y le dijo que iría a poner la denuncia […] Luego se lo encontró en la comisaria de Iquitos y tuvieron una confrontación verbal”, narró.

Sospechosamente, ese mismo día el veterinario les indicó que los gatos aparecerían entre 2 a 3 días. Después desde la clínica veterinaria se comunicaron con ellos solicitándoles que se acerquen con urgencia.

Gonzalo señaló que una mujer identificada como esposa del veterinario les dijo: “Ahí les entrego la gata para que no digan que mi esposo es un asesino”.

“Me la entregaron (a Avatar) débil, con los ojos hundidos y con las patitas sucias”, explicó.

Esta no sería la primera vez que “Dr. Beker” afronta problemas. Habría más de una docena de denuncias públicas, aparentemente por negligencia.

Lamentablemente, la gatita falleció a los pocos minutos de ser rescatada. “Murió cuando le iban a poner suero. Estaba con hipotermia […] Pero luego empezó a temblar y no respiraba”, contó.

“Queremos justicia. Sofía no aparece”, explicó acongojada Flor Gonzáles, madre de Gonzalo. Presumen que también fue víctima de mala praxis.

Esperan que el Colegio Médico Veterinario de Loreto los apoye con las investigaciones y saber qué es lo que realmente pasó.

Este medio se comunicó con el doctor Puescas, quien dijo estar ocupado y solo manifestó “a mí me las robaron y el domingo le entregué a la señora una gata viva”.