ESCRIBE: Jaime A. Vásquez Valcárcel
*Sin minimizar el aporte foráneo, hay que rescatar y destacar el aporte de los nuestros. Tal vez no se haga nada, pero como ejercicio de conocimiento histórico regional es válido.
En anterior artículo ha quedado claro que el necesario cambio del nombre de las calles de Iquitos no es difícil. Cuando murió el alcalde Paquito García Sanz en menos de diez días el Concejo quitó el nombre de “Urarinas” a la que hoy lleva su nombre. Claro, ese tiempo quien le sucedió en el cargo no estaba impregnado de mezquindad. Por esa mezquindad no se puso en su momento el nombre de José Silfo Alván del Castillo a una de las calles como homenaje a uno de los alcaldes más populares, que fue controversial sin duda, cuyo velorio y entierro solo puede ser comparado al que tuvo el propietario de “La Numancia”.
En los últimos meses del gobierno municipal del químico farmacéutico Máximo Meléndez Cárdenas, aprista él, la Dirección de Promoción Social del Municipio de Maynas, trabajó en el cambio del nombre de las calles a raíz de la petición pública y sugerencia formal de Rafael Pereira Ríos, hombre preocupado por el porvenir de la urbe. Esa petición se limitaba a que los alcaldes que habían administrado la provincia también habían ganado el derecho que sus nombres identifiquen a las calles de la capital, Iquitos. Antiguamente algunas calles de Iquitos tenían el nombre de, por ejemplo, “Potro”, “Callejón oscuro” y más, que evidencian un poco la huachafería que prima en esas denominaciones que, felizmente, fueron cambiadas.
Por esos años Tito Rodríguez Linares era un líder de opinión. A “Shicshi” se le conocía como un periodista dedicado al costumbrismo y será por ello que no se le atribuye propuestas serias desde esa función profesional, cuando en verdad no sólo conoce la realidad amazónica sino que en sus intervenciones, ya sea como narrador/comentador de noticias políticas y futbolísticas, hacía gala de destrezas idiomáticas regionales basadas en información histórica. El trabajo de la Dirección municipal recibió decenas de aportes y, como tantas propuestas coherentes, nunca se culminó porque la autoridad edil tenía otras prioridades. Hoy la gestión de Vladimir Chong seguro tiene otras prioridades. Pero tiene el tiempo suficiente para cambiar el nombre de algunas calles.
Para continuar con la propuesta de Shicshi, por esos años, él señalaba que en la selección de los nombres de las calles hubo demasiada influencia costeña. No olvidemos que la hoy “calle Próspero” tenía el nombre de “Jirón Lima”. Sin embargo, ni siquiera aquello de Próspero debería continuar. El bergantín “Próspero” fue la embarcación que trasladó en su cubierta la maquinaria para la factoría, remolcada por el “Morona”, que fue regresada a Isla de Barbados una vez concluido su trabajo, que no tenía bandera peruana. De todas las embarcaciones que llegaron a Iquitos “Próspero” fue la de menor importancia a pesar que se tomó el día de su supuesta llegada como fecha de aniversario de la ciudad. Queda claro para algunos, como este articulista, que la calle principal de Iquitos debe ser cambiada de denominación. Ahora que el alcalde ha señalado que existe una Comisión que trabaja una propuesta sería bueno discutir la conveniencia de poner el nombre de un exalcalde en reemplazo del bergantín extranjero. Propongo que sea el de Máximo Meléndez Cárdenas, aunque habrá tal vez apristas que se opongan como se oponen a la gestión de otro aprista que ocupa el sillón municipal actualmente.