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Retraso del gobernador
Es una verdadera calamidad pública que el gobernador de Loreto, Elisban Ochoa Sosa, no tenga tiempo para dedicarle a la seguridad ciudadana. Él mismo, de nombre y nominalmente, preside el colectivo de autoridades que tendrían que ver con ese rubro. Pero hasta el momento no han tenido ninguna reunión que les permita esbozar un plan de acción. Así las cosas, el ciudadano está abandonado y no hay nadie quien le defienda. Y los delincuentes pueden hacer lo que les de la gana ya que nadie les combatirá con eficacia. Esto no puede seguir así. Desde esta columna exigimos al señor gobernador que tome al toro por las astas, que active el colectivo que tiene que ver con la seguridad ciudadana.
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Daniel sin miedo
El presidente del Congreso, Daniel Salaverry, ignora el temor. Es un hombre valeroso ya que declaró que no tiene miedo de que el mandatario Martín Vizcarra cierre ese recinto. Pero antes que una posición esas palabras parecen un desafío o una declaración de guerra. Es como si el citado provocara al presidente como obligándole a tomar una medida extrema. El cierre de los escaños sería de todas maneras un acto autoritario, un abuso de autoridad. Mejor sería que ambos poderes fumen la pipa de la paz, lleguen a un acuerdo y trabajen juntos para el beneficio del país.
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Demora de las otras autoridades
Y las demás autoridades que integran ese colectivo inoperante deben ponerse las pilas y presionar a los directivos para que siquiera hagan reuniones de debate o de acuerdo. No pueden quedarse con los brazos cruzados y sin hacer nada. Tienen que sacudirse de la modorra, del relajo y luchar para tomar acciones tendientes a beneficiar al ciudadano y la ciudadana. No es posible seguir así, sin reaccionar ni hacer algo para que se tomen las medidas tendientes a combatir la delincuencia. Se espera que esas autoridades decidan el destino de ese colectivo que se demora, que se retrasa.
Metida de pata
Es una aberración lo que propuso Fuerza Popular. Como si nada, como una broma de mal gusto, dicha organización política ha presentado un proyecto de ley donde propone la salida de todos los ministros ante el rechazo de confianza del Congreso. Es decir, el fujimorismo sobreviviente pretende acabar con el gobierno antes de que el presidente decida cerrar el Congreso. Ello revela una inmadurez y una miopía de parte de los voceros y dirigentes de dicha agrupación que todavía son mayoría entre los escaños. Y su propuesta echa más leña al fuego que ahora arde en este país.
Camorras en distrito
Es un auténtico bochorno el eterno pleito entre dirigentes y otras personas que ocurre en el distrito de San Juan. Desde hace tiempo ocurren ciertos hechos que hablan de desacuerdos y desavenencias entre personas y falanges que han disfrutado o que disfrutan del pequeño poder comunal. Las camorras se han vuelto interminables y ha tenido que intervenir la justicia para poner las cosas en claro. Esperamos que el veredicto de esa justicia sea el inicio del reinado de la paz y la concordia en un distrito que bien merece otro destino.
Dos cosas a la vez
No se puede hacer dos cosas a la vez. Pero algunos choferes de Iquitos insisten en manejar los microbuses y en cobrar a los pasajeros. Es decir, como si nada, hacen 2 cosas a la vez sin preocuparse por las consecuencias funestas que podrían tener esos actos. Desde hace tiempo venimos haciendo referencia a ese comportamiento pero hasta ahora ninguna autoridad se digna tomar cartas en el asunto. Y así los choferes se toman la libertad de prescindir de los cobradores y cobran ellos mismos como si nada. Ojalá que no ocurra ninguna desgracia para recién prohibir semejante relajo.
Quedamos sin Congreso
De un momento a otro, como si se tratara de algo sacado de la manga, de un sombrero de mago, la agenda política del país pone al tema del cierre del Congreso. No es un cierre cualquiera, pues la mayoría de ciudadanos está de acuerdo con botar a los congresistas y ver qué hacemos con ese Poder del Estado. Mal con ellos, peor sin ellos, ésa es la verdad. Porque la democracia se sustenta en los poderes, en la independencia de los mismos y la división. Todos los que afirman que la democracia es el mejor sistema de gobierno no pueden pedir que se cierre el Legislativo. Porque no se vaya a creer que los otros poderes están excluidos de los vicios. Así que calma y a manejar adecuadamente la tormenta.
La danza del petrolero
Otra vez la empresa estatal alerta a la ciudadanía de los peligros de la paralización en las actividades petroleras. Ya es tiempo que se ejecute un plan de largo plazo para que no estemos con eventualidades. Esto también va para los dirigentes indígenas y trabajadores petroleros. Este año que Petro Perú celebra 50 años de operaciones sería hermoso que se llegue a un acuerdo y todos bailemos la danza del petrolero con “Los Wemblers” de Iquitos.
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