¿Y ahora qué…?
Después de 28 de julio, todo vuelve a la normalidad, ya pasó al efervescencia de la celebración por los 196 años del Perú, y bueno, ahora se pone de frente a nuestro rostro la realidad dura y sin maquillajes. Estos días ha servido para disfrazarnos de peruanidad, de patriotismo, hasta de militares para rendirle tributo a la patria. Pero hasta ahora no terminamos de asimilar que hay otras formas que, en estos tiempos, bien valdría la pena que los pongamos en práctica.
Mensaje o masaje
El mensaje de PPK en esta oportunidad no tuvo nada de concreto en relación a la Amazonia, y particularmente con Loreto. A diferencia con el que inauguró su gobierno, esta vez no quiso ni en teoría comprometerse con esta región, la más extensa del país. A muchos les gustó, a otros no les cayó bien porque no dijo nada para nosotros, y también hay de los que consideran que esto solo es eso, palabras, un discurso, pero la realidad es otra cosa y sobre ello deberíamos preocuparnos.
La banda del flaco
Sigue dando que hablar tremendo error y lo que sorprende es que de principio cuando bajó de su camioneta, hasta su retiro en la misma movilidad tras la ceremonia por el aniversario patrio, ningún integrante del equipo de protocolo o prensa o imagen o asesores o… lo que fueran, se percataron y se acercaron a cambiar la posición de la banda de marras. O se hicieron los locos, ignoraban lo que manda las reglas de juego en estos casos, o, simplemente, nadie le puede decir nada al gobernador Meléndez y por eso mete la pata ene veces de esta forma.
Desubicados e irrespetuosos
Y si la banda de Meléndez estuvo para la vergüenza, debemos decir que la portátil de Adela es de los actos más bochornosos y huachafos que se recuerde. En serio, si creen que esa es la forma decente de hacer política, si creen que así se pintan como los más inteligentes, los estrategas o los especialistas en marketing político o se dan de “pepe el vivo”. Pues les decimos que solo se descubren ante los ojos ciudadanos como una sarta de buenos para nada. Y punto.
No al desfilitis
Y aunque a muchos les caiga como una pedrada o semillazo en el ojo nuestra posición, pero insistimos en que no se pueden cerrar las calles solo porque a cualquier hijo de vecino se le ocurra. Esto está reglamentado por lo tanto esta en las autoridades municipales velar por su cumplimiento. Aquí no vale eso de que es la tradición, la costumbre y tanto argumento jalado de los pelos. No se puede hacer patria ni sembrar valores si se cierra indiscriminada y abusivamente las calles. Para eso hay días y lugares ya establecidos para los desfiles oficiales por Fiestas Patrias.
Insensibles
Una nueva tragedia enluta a los loretanos, este naufragio pone al descubierto que las autoridades solo están para apariencia y no para la acción concreta. Solo hagan un poco de memoria y recuerden que nos decían tras lo del Aqua en el puerto de ENAPU. Solo les pido que hagan ese esfuerzo de recordar. Y tras esta nueva desgracia, solo comprobamos que poco o nada se ha avanzado en cuanto a seguridad, control y formalización del transporte fluvial y la actividad en los puertos.
Prevenir antes que lamentar
Una prueba de ello es que ahora que están apareciendo las playas y muchas personas y familias buscan ir a pasar un momento de diversión en estos lugares, pues se encuentran con transporte fluvial inseguros, sin chalecos, cuyas embarcaciones están en malas condiciones. Pero tiene que morir alguien en ese trayecto para que recién veamos algo de reacción de las autoridades. Seguramente, que sí.
