Qué días
Una racha de incendios se ha registrado en los últimos días, concretamente desde el fin de semana. En Masusa el domingo, en San Antonio ayer. Y como si se estaría en competencia en Lima también fueron dos, uno en Gamarra y otro en Mesa Redonda, zonas de mucha congestión. Lo cierto es que se van sumando y sumando los siniestros pero la ayuda a los bomberos, como muchas veces el agua, llega a cuenta gotas.
Patas de elefantes
La tragedia ocurrida en el Putumayo sirve para medir la capacidad de reacción de las instancias respectivas ante este tipo de situaciones. Es decir esos niveles de Defensa Civil, del COER, de Defensa Nacional y de todas aquellas instituciones creadas para tal fin. Lamentamos que casi siempre lo primero que hacen es minimizar los hechos con el propósito de suavizar sus responsabilidades. Echarle la culpa a la madre naturaleza a la corriente o cauce del río es de lo más fácil pero al mismo tiempo de lo más irresponsable.
Cruzando los dedos
Para muchos el martes 13 es sinónimo de mala suerte o de asuntos de brujería o daño. La creencia, aunque parezca mentira, es fuerte al respecto. Cábalas, hechizos, curas o arreglos, chamanes, brujos, maleficios, ritos, vudús. ¡uff! Para todos los gustos o disgustos. Hay políticos a los que parece que les ha caído todo esto junto y sus enemigos por la coyuntura electoral quieren que vivan aislados. Bien cachosos, somos, no?
Ojo con esto
Una cosa es ver y otra mirar, así como no es lo mismo oír que escuchar. Eso debe estar muy claro, sobre todo para los periodistas, pero claro, a muchos lamentablemente les gana la vehemencia y el afán de ser reconocidos y aplaudidos por la tribuna. Son aquellos que en vez de una cabina o set, necesitan a gritos un estrado en la plaza pública. Tienen un enorme ego y afán de figurar que sienten a flor de piel esas ansias desmedidas. Pero, bueno, allá ellos que no terminan de entender que en esta chamba la información es lo central no el periodista, si piensan así mejor métanse de Tongoleles o vedettes, de plumas y lentejuelas.
Fiscales o gendarmes
A raíz de la denuncia que publicáramos el día de ayer con relación a una fiscal con instintos de generala dictadorcilla, nos ha llegado una serie de quejas de ese tipo. Por lo que no sería uno, un hecho aislado, sino son varios los casos de fiscales, sobre todo mujeres, que tratan prepotente, autoritaria y hasta groseramente a su personal. Bueno pues, Fiscal superior, como es la cosa. Escuche a sus trabajadores.
Para la risa
Son un chiste realmente los naranjitas, porque para ellos todo aquel que se atreva a criticar al gobernador y líder de su agrupación política, es un desgraciado, enemigo jurado, mafioso, corrupto y cuánto calificativo despectivo puede llegar a sus boquitas de caramelo. Pero lo cierto es que deberían concentrarse en ser buenos en sus chambas. No están ahí de escuderos ni Felpudines, están trabajando en una institución pública o ganando por imagen institucional que es dinero del Estado, por lo tanto, déjense de vainas que les queda año y medio casi.
Juego limpio
Lo peor que puede haber en un torneo deportivo es acusaciones de arreglos por debajo de la mesa o extradeportivos. Eso no se puede tolerar ni permitir, mucho peor si los protagonistas de estas competencias son menores de edad. Por eso que se hable de suplantaciones, de sacarle la vuelta al reglamento o, por otro lado, lanzar acusaciones muy ligeramente de este tipo, solo afecta sea cual sea la verdad a los niños deportistas. El ejemplo es terrible para ellos. Adultos valiéndose de cosas negativas. El juego limpio por los suelos. Cuidado con eso.