Una burrada
Eso de querer ocultar el sol con un dedo no funciona cuando los hechos son más que evidentes y escandalosos. Lo ocurrido con los libros que estaban almacenados en medio de charcos de agua en un almacén administrado por la DREL, no encontró una explicación convincente por parte de la autoridad regional del sector. El profesor Javier Yglesias, intentó defender lo indefendible y además, como para no perder la costumbre echándole la culpa a sus antecesores.
Se le cayó la mentira
Ante esta actitud de Pilatos de querer no solo lavarse las manos sino la cara de una gestión que cada vez demuestra que va de mal en peor, no se dejó esperar la respuesta y el rechazo de sus acusaciones por parte de sus antecesores. Efrocina Gonzales, Jair Márquez y Emilio Agnini, le salieron al frente y negaron que esos libros sean herencia de sus gestiones. La nariz de Iglesias ya era más grande que de pinocho, a estas alturas.
Esas malas mañas
Para remate, y utilizando las mañas naranjas, mandó a sacar los libros en horas de la noche el viernes pasado, y lo que quedaba ayer a la una de la tarde en medio de la lluvia. Lo cierto es que el afán por ocultar las evidencias solo permitió comprobar que esos libros son del 2015. O sea de su gestión y que por negligencia o sabe Dios por qué razones no entregó este material educativo a los alumnos de la región. Un atentado contra los niños estudiantes loretanos.
Casi seguros
A estas alturas diremos que la cortina se va terminando de abrir en cuanto a quienes serán los cuatro congresistas por Loreto. Y en esta obra que parece una comedia de bufones, la chica de la bicicleta naranja, Patricia Donayre, el hombre que camina sobre el agua, Juan Carlos del Águila y el ñaño del gobernador, Jorge Meléndez, son, diríamos, los que están con un pie y medio dentro del Parlamento Nacional.
Agüita de azahar
Pero donde las luces no se terminan de encender y por lo tanto el escenario no está del todo claro es para el cuarto cupo. Y ahí están en la pugna voto a voto, el yurimaguino de la lampa, Javier Rocha, el chochera de Alan, Yván Vásquez y la hija de Tamshiyacu, Betsabeth Cortegano. Dicen que ya han consumido entre los tres varias tinajas de agua azucarada.
Silencio indignante
Dos turistas más, lamentablemente, han fallecido en nuestra región, concretamente en Iquitos. Y lo preocupante de todo es que no se siente ninguna reacción de las instancias respectivas mucho menos de las autoridades. O puede ser que por un lado nos llenemos la boca hablando de que el turismo es una posibilidad para salir de la crisis económica en Loreto, pero demostramos día a día que poco o nada nos interesa darles el buen trato que se merecen. Estaos fallando hace ratos y creemos que eso no nos deja bien parados en el extranjero.
No se si el que escribe esta sección conoce de negocios. El tema del turismo está gestionado por empresas privadas, donde nada tiene que ver el estado. En nuestro país hay libertad de empresa, y en este negocio no participa el estado.
Las autoridades solo tienen la obligación de supervisar que las normas se cumplan. Castigar si hay negligencia. Pero, la eficiencia corresponde a la empresa privada. Claro que hay gente que quiere hacer dinero a toda costa, y si de gastar menos se trata ahí están. Estos no son empresarios, son rentistas.
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