Actitud indignante

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De que tenemos autoridades hipócritas, las tenemos y al por mayor. Que sus discurso va en sentido contrario de sus accionar, también. Son aquellas que en campaña se pasan de arriba abajo abrazándose sonrientes y diciendo a viva voz que la niñez es sus prioridad. Y en la cancha, las cosas son distintas. Tan distintas que el cemento es más importante que los niños. Solo así se explica el comportamiento de los serenos de San Juan contra menores de edad que estaban “cometiendo el terrible delito” de jugar con sus skyboard, ahí en la plaza Quiñones, un lugar público para el  entretenimiento y la diversión de la familia. Son unos reducidos mentales, sinceramente.

Hacen falta

Qué se hace para promover espacios de entretenimiento y recreación para los ciudadanos en general, pero de los niños en particular. En los altos niveles de decisión, que proyectos y planes hay para ellos. A raíz de lo ocurrido con estos chicos en la plaza de San Juan, basta recordar lo que ocurrió en las calles durante los dos días de paro. Las gentes tomaron y cerraron sus cuadras para hacer deporte y jugar, esto fue común ver por diferentes zonas de Iquitos. Una clara muestra de que no tenemos espacios para la recreación y el deporte en la ciudad de acceso libre para todos.

Esas carcachas

Carros viejos, que son unas chimeneas con ruedas que van envenenando con sus humos negros, los encontramos por donde uno vaya. Y esto no es de ahora, solo que parece que a nadie le interesa y preocupa. Eso también es contaminación. Eso hace daño a todos, en particular a los conductores que recorren las calles de la ciudad. Solo aquí se permite este atentado contra la salud pública. Solo aquí ocurren estas cosas ante la vista y paciencia de todos.

Tensión en los cuarteles

Como reguero de pólvora corrió por las salas de redacción la noticia de que el Ejército del Perú ha declarado ayer “inamovilidad absoluta” de su tropa. Los medios nacionales lo difundieron y provocó una serie de especulaciones, comentarios y hasta algún tipo de temor por la medida. Conociendo como se manejan los fueros castrenses que todo lo hacen de manera reservada, se entiende la confusión. Pero creemos que una de las razones es la aparición de granadas de guerra por diferentes zonas de Lima y que incluso ya cobro la vida de un policía. De pronto hay otras novedades.

No al terror

Sin embargo a raíz de los últimos sucesos que se vienen registrando en Lima sobre las granadas sembradas en diferentes sectores de la ciudad capital, pues preocupa tremendamente las que se encuentran con trapos distintivos del terrorismo. Unos dicen que se trataría de cortinas de humo, otros que son bromas de mal gusto y algunos creen que no hay que tomarlo muy a la ligera. Los que vivimos y sufrimos esos años de terror, simplemente no quisiéramos que nuestro país vuelva a pasar por terrible experiencia. Las autoridades y la ciudadanía debe rechazar con firmeza cualquier indicio, por más leve que sea, de estos desquisiados.

Una triste realidad

Ayer pudimos apreciar otro desalojo por la carretera Iquitos Nauta. Una gran cantidad de policías hicieron correr a pobladores que se encontraban en terrenos que son reclamados para otros fines. Y este problema social se desata y se enciende de tanto en tanto, porque hay una complicidad entre ciertas autoridades, políticos, dirigentes y traficantes de tierras, quienes se aprovechan de la necesidad de la gente para ganar dinero y le dejan con tremendo problema a la ciudad. Y a estas personas abandonadas a su suerte agravando aún mucho más su situación y pobreza.

Divididos como nunca

Ahora se turnan para la protesta y las conferencias.
Ahora se turnan para la protesta y las conferencias.

Los indígenas hoy están más desunidos que nunca y no por culpa de ellos si no de esas manos oscuras y contaminadas, como el petróleo, que han sobre escrito sus agendas. Hoy se muestran individualistas, cuando por naturaleza son comunitarios. Antes cuando algún pueblo o federación estaba en problemas la reacción era en bloque, es decir Orai o Aidesep hacían suyas esas demandas y eran un bloque sólido y firme. Pero de un tiempo a esta parte, cada pueblo va por su lado, se turnan para protestar y hasta para venir a Iquitos. Y todos piden dialogo con la PCM pero no van juntos. Así están. Y es una pena.