ESCRIBE: Tato Barcia

El último jueves Iquitos vivió un día de paro. La gente salió a las calles a protestar por el alto costo de vida y diversas razones relacionadas con el hecho de que no existen mejoras significativas en Educación, Salud, Seguridad, Infraestructura rural, etc. Así como reclamar ajustes de sueldo más acordes con la inflación, un reclamo -liderado por la CGTP- que tensará aún más el clima social. Pero quizá lo más preocupante es que el panorama para este año está lejos de ser alentador. Hasta abril nuestra región sufrió una brutal inflación, que se trasladó a los precios, dejando a muchas más personas fuera del alcance de los bienes básicos. Según las cifras oficiales, el desempleo aumentó casi dos puntos en lo que va del 2019, con lo cual una tercera parte de la PEA carece de cualquier tipo de empleo y más de la mitad se encuentra subempleada. Eso sin contar que también aumentó la precariedad laboral. El anuncio del Gobernador Regional, Elisban Ochoa, que en breve se iniciará el proceso de licitación del primer paquete de obras por más de 135 millones de soles que el gobierno central depositó a cuenta del famoso “fideicomiso”, es sólo un pequeño haz de luz que no significa mucho para las personas que están preocupadas sobre cómo llevarán un plato de comida a sus hijos o cómo harán para pagar la cuenta de la energía eléctrica. ¡Con nuestra economía estancada, sueldos muy retrasados y precios que aumentaron bruscamente, muchas personas trabajadoras no están pudiendo llegar a fin de mes!

Es lamentable la falta de capacidad del gobierno nacional, regional y locales para dar respuesta a este proceso que hemos vivido aceleradamente en los últimos 4 años y que culminó con la entrada en vigencia de la “Ley No 30897” convirtiendo a Iquitos, por largo, en la más cara del Perú y, porque no decirlo, de Latinoamérica. Más aún cuando la citada norma legal parece haber sido una burla más hacia el pueblo de Loreto. Ya que el año pasado en la ley de presupuesto por recursos ordinarios (plata que manda el gobierno central a Loreto) de 180 millones de soles que enviaba, ahora el MEF pretende solo consignar 35 millones de soles. Manifiestan que Loreto ya se está oxigenando con los 270 millones del Fideicomiso. Como era de suponer, “NOS FRÍEN CON NUESTRA PROPIA MANTECA”. Ahora, recién el gremio sindical alza su voz de protesta, porque se dan cuentan que el pueblo sufre y no se hace nada. Ahora recién se dan cuenta que la ley que nos vendió el congresista “Juan Carlos Del Águila Cárdenas”, solo originó perjuicio a la población en general. Y que en ningún momento ocasionó un incremento real de la inversión pública para promover el desarrollo de Loreto. Ni mucho menos generó un círculo virtuoso de atraer la inversión privada para dinamizar nuestra economía. Muy por el contrario, sólo sirvió para espantar a los futuros inversionistas e inclusive solo propagó la idea de que muchas empresas ya instaladas en Loreto terminarán yéndose a las regiones vecinas de Ucayali y San Martín, por el solo hecho de carecer de conectividad con el resto del país.

Loreto debe ser la región menos atractiva para la inversión privada del país debido a su falta de conectividad ya que somos la única ciudad importante de nuestro país que no tiene carretera que nos une a la red nacional y que no está conectada al sistema eléctrico nacional (SEIN), por lo cual tenemos que pagar las tarifas más caras del país, así mismo contamos con el peor internet de todo Latinoamérica. Ni siquiera contamos con la existencia de un puerto adecuado donde puedan acoderar barcos de mediano calaje que garantice el transporte de los productos hacia otras partes del mundo. Iquitos, debido a su ubicación geográfica privilegiada, tranquilamente puede servir de nexo para las rutas logísticas desde y hacia Brasil. Esta sería una de nuestras principales fortalezas. En ese sentido, es de lamentar la suspensión del proyecto Hidrovía Amazónica, el cual generaría mayor desarrollo y oportunidades a la región, toda vez que los ríos, son nuestras carreteras naturales, que nos permitirían un mayor flujo comercial y económico. Sin embargo, se hace todo lo contrario. Todo ello al margen de la ausencia de un adecuado proceso de acondicionamiento territorial, las limitaciones para desplazarse por ausencia de vías de comunicación rápidas, además de la excesiva burocracia para lograr autorizaciones con el fin de abrir nuevos negocios, ocasionan que la región pierda competitividad.

Con respecto a las obras prioritarias y proyectos de necesaria urgencia para Iquitos existe el serio riesgo que se paralicen, como la obra del “Puente Nanay y viaductos de acceso” que está valorizada en 584 millones 793 mil soles y está en manos de empresas ligadas al “Club de la Construcción” (COSAPI Y MOTA ENGIL PERÚ). A la fecha tiene un retraso en la ejecución de los trabajos y a futuro se podría ver paralizada debido a la situación legal de las empresas mencionadas. Del mismo modo, la obra del hospital Iquitos (César Garayar García), que asciende a un monto de inversión de S/ 235 millones 388 mil -a cargo del “Consorcio Salud Loreto”- presenta un diseño estructural controvertido y tendría obras adicionales que estaría retrasando el avance, ya que se requiere la autorización de la Contraloría. Esto sin contar con que los proyectos de las “Carretera Iquitos – Saramiriza – Costa Norte” y la “interconexión eléctrica Moyobamba – Iquitos”, que se encuentran paralizadas debido a los procesos de consulta previa del contrato.

Respecto a los atractivos turísticos. Loreto cuenta con una gran diversidad de atractivos naturales que implican un potencial turístico importante. Sin embargo, debemos recordar que la sola existencia de atractivos naturales no es condición suficiente para el éxito del ecoturismo. Asimismo, Iquitos como ciudad capital, alberga un patrimonio cultural y arquitectónico importantísimo, con matices de la época del caucho, que de a poco, y gracias a la inversión privada, se viene recuperando y poniendo en valor.

Otro punto es la ausencia de liderazgo y estrategias que permitan empoderar a la región Loreto a nivel nacional debido a que es la mayor reserva de agua dulce del país y una de las mayores del mundo. Y por tener una maravilla natural como el río Amazonas y que no las sabemos aprovechar. Además, no existe una planificación estratégica a nivel de los gobiernos regional y locales que permita el uso adecuado de los recursos públicos a fin de que cumplan su rol promotor de la inversión privada, priorizando su uso en actividades que generen impacto en el corto, mediano y largo plazo, Con una previa identificación de los objetivos que se desea lograr. A esto se suma la falta de capacidad de liderazgo en los cuadros gerenciales tanto del gobierno regional como locales.

A pesar de todos los problemas descritos ampliamente en mis dos artículos anteriores, hoy quisiera pensar en positivo y seguir apelando a que Iquitos se trasforme en un corto plazo en un lugar provechoso de encuentro, un espacio donde la gente disfrute habitar, y trabajar, donde se recrea, se educa y se conecta con otros de manera efectiva pero sin llegar a propuestas utópicas como por ejemplo proponer la eliminación de la “Ley 30879”. Porque ni restituyendo los beneficios tributarios volveríamos a tener nuestros productos y servicios básicos con los precios anteriores ya que el mercado se regula solo, una dura lección que espero que los políticos loretanos irresponsables hayan aprendido. En conclusión; ¡EL DAÑO YA ESTÁ HECHO!

Por su ubicación geográfica estratégica en la Región Loreto, Iquitos puede volver (como en la época dorada del caucho), a ser el eje de la concentración de la actividad económica, creatividad y talento de la Amazonía. Y así volver a generar una economía de escala e impulsar la productividad, llegando -porqué “NO”- a desempeñar un papel fundamental como motor de la economía regional, como un espacio de conectividad, creatividad e innovación y como centro de servicio logístico en el eje “IIRSA-Norte”. Para ello debemos impulsar la pronta puesta en marcha de la ZAL – Loreto (Zona de Actividad Logística), a favor de la promoción para la exportación de productos loretanos y de las regiones San Martín, Ucayali, Amazonas, Junín, Huánuco y Cerro de Pasco. Así como establecer puentes logísticos a favor del IIRSA Amazonas (Manaos – Paita). Y conectarnos con los mercados a través del Atlántico.

Sin olvidar la construcción de la carretera Iquitos – Mazán, localidad esta última donde se ubicaría la zona franca y un mega puerto en la localidad de Sinchicuy a orillas del río Amazonas. Estos proyectos cuentan con el interés de una alianza pública/privada (APP), con empresas de la República Popular China. Al respecto los loretanos deberíamos meditar sobre la siguiente premisa: “No existe ciudad, región o país en el mundo que se haya desarrollado a espaldas de su sector empresarial”.

Esta reflexión es vital para lograr generar crecimiento en la región, que a su vez nos permita generar oportunidades de trabajo digno a los pobladores de Loreto, a brindar asistencia a los más desfavorecidos y llevar la presencia del Estado, directa o indirectamente, resulta imperativo atraer inversiones privadas, con determinación a cerrar las brechas enormes que arrojan los indicadores INCORE.

En ese contexto, se hace necesario adoptar medidas de política que enfrenten los cuellos de botella existentes y brinden un alcance para fomentar la competitividad e innovación en Loreto a partir de iniciativas privadas. Sería ideal trabajar en tres pilares complementarios: políticas en materia de infraestructura, de educación y de fortalecimiento de la institucionalidad. Al respecto, es necesario resaltar el importante reto de mejorar la infraestructura de la región. De acuerdo al análisis efectuado en mis dos artículos anteriores, se evidencia que el principal cuello de botella para el impulso a la competitividad e innovación tecnológica en la región es la precaria cobertura y calidad de la infraestructura.

Asimismo, no olvidemos que tenemos una biodiversidad única en el mundo y que representa una oportunidad para aplicar acciones de innovación y tecnología y poder darle valor agregado a todos los productos naturales que tenemos en nuestra Amazonía. Loreto tiene la mayor cantidad de bosques maderables del país, los cuales constituyen uno de los pulmones del mundo, pero no por ello debemos descuidar la reforestación de nuestros bosques como la única posibilidad real y amigable con la ecología que nos permitirá exportar nuevamente volúmenes importantes de madera. Complementado con un adecuado estímulo a la conservación de la Diversidad Biológica de las Áreas Naturales Protegidas, a través del aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y el apalancamiento de incentivos para contribuir a la adaptación y mitigación al Cambio Climático y conservación de la diversidad biológica.

Considero que uno de los principales retos en la región es impulsar los proyectos concesionados por el Estado como la interconexión eléctrica con el SEIN. Con ello estaríamos en las mismas condiciones de suministro eléctrico que el resto del país y podrían instalarse algunas empresas industriales en la región. Y a la par de dotar de conexiones para señal de internet continua (por el mecanismo que corresponda). Así como generar espacios para consolidar una oferta turística como una palanca para el desarrollo, consolidando un circuito turístico regional, con innovación en los paquetes turísticos y una apropiada señalización con cuidado urbanístico.

Otro de los retos es persistir para que el Estado concesione las hidrovías a la brevedad porque constituyen la única forma de conectividad segura y de menor costo en el corto plazo a otros mercados. Pero sobre todo se debe establecer un Plan Estratégico para Loreto para los próximos 20 años, que sea fruto del consenso, con participación de la población, instituciones y gremios, a fin de plantear las mejores opciones de desarrollo. Todo esto ¡CUANTO ANTES!