Defensores del patrimonio acusaron este domingo al gobierno indio de intentar privatizar reliquias históricas como el Taj Mahal, después de que el ejecutivo lanzara un controvertido proyecto para permitir a compañías «adoptar» docenas de monumentos.
La oposición acusó al gabinete del primer ministro, Narendra Modi, de «alquilar» monumentos a través del programa «Adopta un Patrimonio», por el que 95 sitios históricos pasarán a estar gestionados por empresas privadas.
El ministerio de Turismo de India anunció el sábado un contrato de cinco años, por 250 millones de rupias (3,7 millones de dólares), con el conglomerado Dalmia Bharat por el icónico Fuerte Rojo de Delhi (siglo XVII) -patrimonio mundial de la Unesco- y otro fuerte del estado meridional de Andhra Pradesh.
La lista también incluye otros monumentos como el Taj Mahal -por el que compiten dos grupos- y el complejo Qutub Minar de Delhi, del siglo XII, también parte del patrimonio mundial de la Unesco.