La región Ica retrocedió con una contracción de 0.4% en su Producto Bruto Interno (PBI) durante el segundo trimestre de 2025, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). La caída rompe una racha de cinco periodos consecutivos de crecimiento y coloca a la región por debajo del promedio nacional, que alcanzó 2.8%.

El descenso se concentra en los sectores agropecuario y minero, dos de los pilares económicos de la región. Pero el golpe no solo proviene de factores naturales: Ica acumula más de S/ 1,244 millones en obras públicas paralizadas, una cifra que explica este estancamiento regional.

Minería: trámites y demoras frenan al sector más fuerte

La minería, uno de los motores de Ica, genera más de 18 mil empleos directos y registró exportaciones por US$ 4,500 millones en 2024, la mitad del total regional, según ComexPerú. Sin embargo, el sector cayó 20.8% en el segundo trimestre de 2025. El caso de Mina Justa Subterránea resume la situación: no hay conflictos sociales que lo detengan, pero sí un exceso de trámites y autorizaciones que avanzan con lentitud en distintas instancias del Estado. Esa demora administrativa se ha convertido en el nuevo obstáculo del crecimiento minero.

Agroexportación golpeada por la falta de agua

El sector agropecuario, sustento de miles de familias y eje de la agroexportación, retrocedió 7% en el segundo trimestre, según el INEI. La sequía prolongada y la sobreexplotación de acuíferos redujeron el rendimiento de cultivos emblemáticos como la uva, el espárrago y los cítricos. A ello se suma la parálisis de proyectos de riego, entre ellos la recuperación de los servicios de regulación hídrica en Ica y Palpa, que siguen detenidos en etapas de trámite. Sin obras hidráulicas en marcha, la región queda sin capacidad de respuesta ante los cambios climáticos y la escasez de agua.

Más de mil millones en obras detenidas

De acuerdo con la Contraloría General de la República, hasta junio de 2025, del total paralizado en Ica, S/ 1,083 millones corresponden al Gobierno Nacional, S/ 135 millones al Gobierno Regional y S/ 26 millones a municipios provinciales y distritales. Los motivos son múltiples: trámites burocráticos, licencias demoradas, arbitrajes y procesos técnicos sin resolver. Cada expediente inmóvil es menos inversión y servicios básicos postergados, en una región que depende del flujo constante de obras para sostener su dinamismo económico.

Presupuesto ejecutado solo en números

En el primer semestre de 2025, Ica ejecutó el 58% de su presupuesto de inversión, equivalente a S/ 1,200 millones de los S/ 2,000 millones asignados. Sin embargo, la mayor parte de ese gasto se quedó en procesos administrativos, licitaciones o revisiones técnicas, sin llegar a obra concreta. Esa lentitud impide que la inversión pública se traduzca en empleo, infraestructura y servicios visibles para la población.

El enfriamiento económico de Ica rompe el impulso que la posicionó como una de las regiones más dinámicas del país. Mientras el resto del Perú crece, Ica se estanca entre expedientes, demoras y proyectos detenidos que frenan su potencial productivo. Si no se reactivan las inversiones ni se destraban las obras claves, el 2025 podría cerrar como el año en que la región que más aportó al crecimiento nacional perdió su propio ritmo.

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