Mientras que en otras ciudades del país las restricciones se han radicalizado en Iquitos, capital de la región Loreto, el toque de queda va desde las 11 de la noche hasta las 4 de la mañana y a pesar que existe preocupación en los médicos que atienden a pacientes con covid19 parece que algunos empresarios «angurrientos» continúan con el propósito de organizar fiestas de año nuevo disfrazadas con otros nombres. Es ahí donde el general de la PNP, Carlos Chong Campana, jefe policial del Oriente, tiene que demostrar su capacidad de intervención e impedir que la gente salga de sus casas y provoque contagio masivo de la enfermedad que tantas vidas ha costado a los loretanos.
Hace algunos días en entrevista con Pro & Contra Digital, el mismo general aseguró que se tomarán todas las medidas preventivas del caso para evitar que se realicen fiestas no sólo en la periferia de Iquitos sino en el centro. Como se sabe, existen algunos locales que intentan abrir sus puertas para la realización de fiestas de año nuevo, aún cuando existe prohibición para ellas.
El médico Carlos Calampa, director regional de Salud de Loreto, ha invocado a los pobladores a no salir de sus casas y evitar las reuniones familiares de más de seis personas porque eso podría provocar el aumento de contagiados con covid19. Mientras tanto se espera que el general de la Policía Nacional del Perú ejecute un plan para esta noche y multe a quienes están organizando reuniones públicas sin tener en cuenta la situación de emergencia que vive la región. Además, como ya sucedió en los meses de mayo y junio, esos mismos empresarios luego culpan a las autoridades por las muertes que se registran. Veremos qué hace hoy el general Carlos Chong Campana.