Homenaje a poeta laureado
El mortal de estos predios que alguna vez leyó los versos del poeta Ernesto Cardenal en los libros del colegio, en las antologías domésticas de la poesía latinoamericana, jamás imaginó que el vate nicaragüense iba a arrendar por Iquitos y sus alrededores, y su falta de librerías, de bibliotecas, de pinacotecas, de letrados. Ni en sus delirios cerveceros o en sus exageraciones soñadoras podía creer que el autor del célebre poema a la actriz suicida, Marylin Monroe, texto famoso por entonces, iba a navegar por el Amazonas. Y por dos veces. Porque ocurre que repitió el plato, como se suele decir.
Nadie con el juicio sano y los fusibles bien puestos podía sospechar entonces que don Ernesto Cardenal Martínez iba a publicar en esta ciudad. Y por dos veces, como repetir la repetición del plato. Pero hay testigos de que en el catálogo de Tierra Nueva figuran “Antología esencial” y “Pasajero de tránsito”, la última de las cuales bien pudo publicarse en cualquier otra parte. Pero el poeta prefirió la periferia. Y eso dice mucho de él.
Dice mucho de esa opción preferencial por los pobres, los no incluidos, los excluidos que son legión, para quienes no se cansa de pedir la Tierra sin Mal, el Edén o el Paraíso. La palabra es acción, decía Cortázar. No es el signo inerte en el papel, el ordenador. En Cardenal se cumple ese designio. Esa súplica sin tregua, por los otros y las otras, nutre bastante su arte poética. Desde su primer hasta su último libro. Y es una potencia verbal que inquieta, sobrecoge, pasma. Es un clamor que de repente fue la piedra angular para que el jurado le concediera el galardón citado. Y ello nos incumbe directamente.
Porque en su catálogo Tierra Nueva tiene incorporado a un premiado en toda la lengua castellana. El galardón de la Reina Sofía tiene esa dimensión. Esta editora no puede menos entonces que festejar a la distancia, sentir cerca la grandeza de un grande de verdad y participar en el homenaje a uno de sus autores. Lo que equivale a leerle otra vez.
Biografía
Cardenal nació en Granada, Nicaragua, el 20 de enero de 1925, donde pasó su primera infancia. Realizó el bachillerato en el Colegio Centroamérica de los Jesuitas en Granada. Más tarde, en México, ingresó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma, en esta época publicó sus primeros poemas. Completó sus estudios en la Universidad de Columbia (Nueva York) donde se doctoró. Entre 1949 y 1950 se dedicó a viajar por Europa. En esta época se inició en otra de sus pasiones artísticas: la escultura.
En 1952 fundó una pequeña editorial de poesía, El hilo azul. En 1954 participó en un movimiento armado que intentó asaltar el Palacio Presidencial y que fue conocido en Nicaragua como La Rebelión de Abril. Es en 1957 cuando su vida da un giro total al decidir hacerse monje trapense e ingresar en el Monasterio de Nuestra Señora de Gethsemani, en Kentucky, EE UU donde Thomas Merton se convirtió en su maestro, consejero espiritual y amigo. Ingresó más tarde en el Monasterio Benedictino de Cuernavaca, México, donde permaneció dos años.
Su labor poética se materializó en esta época, dando cuenta de sus experiencias místicas, en Gethsemani Ky y Vida en el amor. En 1961 continuó sus estudios de Teología en un seminario católico en la Ceja, Colombia. Desde allí publicó las obras Salmos y Oración por Marilyn Monroe.
En Iquitos, editorial Tierra Nueva, ha publicado “Antología esencial” con una selección de poemas hecho por el mismo y “Pasajero de tránsito”, también bajo su supervisión y cuidado. (Basado en información de El país.)