Durante las décadas de los 50 y 60 la comunidad gay y lesbiana, principalmente en Estados Unidos, fueron severamente discriminados debido a sus orientaciones sexuales. Aparte que muchos lugares públicos no los admitían, los pocos que lo hacían, eran sede de grandes operativos policiales donde sufrían golpizas y atentados contra sus vidas, todo eso con la venia del gobierno americano. Asimismo, hasta noviembre de 1973, los homosexuales eran considerados por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, personas con trastorno mental, es decir, cualquier individuo, sea varón o mujer con orientación sexual distinta a la heterosexual debía recibir tratamiento psiquiátrico con fármacos e intervenciones similares a las que se practican con personas que padecen esquizofrenia u otro trastorno psicótico. Dentro de ese contexto disfuncional es que se comienza a generar una conciencia de igualdad que no se iba a concretar si es que los afectados no expresaban su voz de protesta y ese rugido sonó el 28 de Junio de 1971. En New York, en el barrio de Greenwich Village existía un bar llamado Stonewall. Entre los tantos asistentes que frecuentaban el bar, la comunidad LGTB era la que más concurría, aquella noche, los “efectivos del orden” ingresaron al local para nuevamente hacer de las suyas arrebatándolas sus pertenencias y desalojándolos del local a punta de patadas, golpes y cachiporras, como dice el refrán: “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista” y el otro refrán: “El tiro se le salió por la culata”. Efectivamente, ese 28 de Junio los que eran frecuentemente oprimidos decidieron rebelarse contra sus opresores y se generó todo un conflicto social en la que tanto propios como ajenos a la causa decidieron apoyar este cese de violencia, de echo también había de los ortodoxos conservadores que apoyaban la discriminación, pero en este caso la comunidad LGTB logró organizarse y captar la atención de gran porcentaje de personas que se sumaron días tras días a las protestas en contra de la opresión; es importante tener en cuenta que en aquellos tiempos este contexto de desigualdad que experimentaba dicha comunidad no era sólo a ellos; las personas de piel oscura luchaban por los derechos civiles, el movimiento hippie no quería más guerras; las mujeres exigían la igualdad de género, que se les pagara por lo que trabajaron igual que el pago a los varones; en tal sentido, el ambiente de superioridad por parte de los que tenían el poder gubernamental ya no era aceptado por los ciudadanos a consecuencia de los numerosos disturbios en las ciudades. A raíz de las marchas en Estados Unidos, el eco empezó a resonar en otras partes de la esfera global por lo que ya no se podía tenerlos como minorías sin impacto que alteren el orden estatal; el escenario había cambiado, ahora la comunidad LGTB pasó de ser una ilusión a ser un ente real organizado por lo que en Diciembre de 1989, el APA (Asociación Estadounidense de Psiquiatría) retiró de su lista de trastornos mentales a la homosexualidad. Hoy en día, cada 28 de junio se celebra el Día Internacional del Orgullo en conmemoración a la rebelión en Greenwich Village; alrededor de esa fecha surgen diversas actividades como marchas, festivales culturales y demás eventos con esa connotación. Iquitos en su posición de ciudad cosmopolita no es ajeno a esta celebración por lo que el Jueves 30 de Junio se realizó la Marcha del Orgullo y el Festival Pride Land los cuales tuvieron gran convocatoria de personas de la comunidad como otras que se sumaron a la causa, la sede fue la plaza 28.
Fuente: Facebook / @Cultura Wayusa