A raíz del bombardeo israelí en la franja de Gaza pareciera que hubieran desatado al ángel exterminador. Este demonio con tridente en la mano huele y le gusta la sangre. Está salivando en ese escenario. Aplaca dignidades y memorias. Me explico, antes de la decisión alemana de liquidar judíos a través de diferentes acciones y conductas se iba preparando el exterminio judío en los campos de concentración. Fue el horror. Y pensadores muy intuitivos como Walter Benjamín o Franz Kafka con “La metamorfosis” se adelantaron al Apocalipsis que vendría después, de personas se convirtieron en cucarachas. Los alemanes decían que los judíos eran ratas y los denigraban. Algo así está pasando por estos días con la opinión pública planetaria. Las imágenes de niños y niñas muertas tras el bombardeo israelí no son gratuitas, ver como caen las bombas y destruyen vidas y hogares no es una casualidad. Mostrar las imágenes de personas colgadas en una valla fronteriza y caen por no tener fuerzas para sostenerse no es por azar. Ver como la bacteria de Ébola mata personas en diferentes países africanos no es fortuito. Nos están preparando para algo peor. Hace unos días una escritora de Estados Unidos sugirió el bombardeo en la frontera de México con Estados Unidos de América y así parar la inmigración mexicana en tierras del Tío Sam ¿fue un globo de ensayo ante la ciudadanía?, ¿ha sido un grave desliz de una gringa deslenguada? La experiencia y la intuición de la tragedia de Kafka, Walter Benjamín y otros hay que tenerla en cuenta y estar alertas. Es para no dormir porque este leviatán sufre de insomnio.