Los trabajos de fumigación por parte de las diversas municipalidades están oportunamente acompañados de representantes de la fiscalía y efectivos de la policía nacional, por si existe algún inconveniente en impedir exterminar a estos zancuditos, que en cualquier momento podría picarnos y llevarnos a la tumba. Lo más recomendable es abrir la puerta a los señores fumigadores.