FERIADO ENTRE DESPERDICIOS

El profesor Lenin Palacios, ese docente juerguista que arma jaranas a todo ritmo y chupa como vikingo con sus alumnos y alumnas, pudo venir el Primero de Mayo a Iquitos. No en plan de turismo ecológico o  carnal, sino a demostrarnos que no es un ser amargado, sino un hombre divertido que puede vacilarse hasta las últimas consecuencias y en cualquier parte. Entonces, en esa celebración armada por gente que no trabaja, lo cual es una triste paradoja de nuestro tiempo, pudo echarse sus aguas rodeada de toda la basura posible. Porque ayer mismo, en ese feriado ficticio, fecha liquidada por el fujimorismo que arremetió como nadie contra los derechos laborales de los peruanos y peruanas, abundaban los desperdicios en las calles como si las flamantes y veloces furgonetas ediles no hubieran servido para nada.

Los que celebraron el feriado laboral parecían no notar esa desgracia de la limpieza cerca de sus narices, de sus heladas, de sus platos parrilleros. Bailaban tan emocionados por el Día del Trabajo que no les importaba que la empresa recogedora una vez más  hubiera  fallado a la población. El dueño del santo, el vasto ingeniero Brunner probablemente celebró semejante fecha rodeado de todos los desperdicios que su empresa no pudo o no quiso recoger. Así no se puede seguir.

La alcaldesa de Maynas debería agarrar su escoba,  su rastrillo y su carretilla y ponerse a limpiar las calles que la empresa contratada nunca puede limpiar. O a partir de la fecha ella podría prohibir los rojos en el calendario, los feriados acortados o alargados a cada rato, las celebraciones de esto y aquello, porque justo en esas fechas abunda la basura. Es una perniciosa costumbre que se impone en estos tiempos. No creemos que la diversión se encuentre reñida con la limpieza elemental, que chupar sea motivo de suciedad cívica. No creemos que sea difícil evitar esos feriados entre desperdicios.

1 COMENTARIO

  1. Efectivamente señor comentarista, ha dado usted en un problema social y de salud, a puertas disque de celebrar un aniversario de la designacion del Rio Amazonas como maravilla del mundo, la basura ya nos va tapar. Ver en cada esquina cumulos de basura rodeado de perros callejeros, gallinazos, mendigos, etc, da verguenza que convoquemos a turistas e inversion extranjera, creo lo mas logico es que al menos se trate de maquillar a la ciudad. O pronto seremos «La ciudad y los perros» o «Los gallinazos sin plumas».

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