Hay titulares que nos enceguecen y nos dejan pasmados por las palabras usadas. La primera reacción es sí, efectivamente, el personaje o personajes fue lo que dijeron o fueron sacadas de contexto. Muchas veces, sucede esto, que se extrapola lo que dijeron. Bueno, te das cuenta que las palabras fueron, literalmente, transcritas y la cuestión tiene otro cariz. La segunda reacción es preguntarse ¿Por qué dijo eso?, ¿Fue producto del calor de la entrevista? Hace poco leía un titular que decía, resumidamente, que Julio C. Arana era una de las figuras más importantes de la historia amazónica y peruana. Me parece que afirmar eso, quiero pensar, es debido al ardor de la entrevista o «en plan de llamar la atención» como dicen los jóvenes. Ante todo decir que Arana tiene su dimensión en el caucho, no precisamente por su dignidad y cualidades, sino por lo que hizo en la explotación cauchera con sangre indígena y la formación de su imperio económico en el seno del capitalismo como fue Inglaterra. Pero es relevante en ese período. Muchas veces, los amazónicos y amazónicas, de Iquitos, nos falta “descentrarnos” y somos, exageradamente, unidimensionales, porque hay historia en otros lugares de la Amazonía, no lo olvidemos. Para situar otro personaje en la dimensión cauchera, es el caso de Fitzcarrald, pero se quedan en ese periodo histórico ¿Qué trajeron de bueno estos barones de la goma?, ¿Cuál ha sido su legado, el extractivismo como lógica (sabemos que esta viene desde la Colonia)? Pero la historia en la floresta trasciende al fulgor de estos personajes siniestros. Si nos remitimos a la historia, Francisco de Requena tuvo una gran importancia en la administración del palustre, ojeemos lo que dice José Barletti de él. A igual, en el período republicano, Ramón Castilla, en el hecho y esfuerzo de consolidar el aliquebrado y naciente Estado peruano en el marjal. Cito a dos personajes, pero hay muchos más. Más cautela para no confundir ni turbar en este inmenso patio de aguas.

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