Aun los ancianos no olvidan esa noche trágica y recuerdan con lágrimas entre los ojos como en unos segundos las lenguas de fuegos acabaron con sus casas que con tanto esfuerzo construyeron.
Arribaron con donativos al siniestro.
En el segundo día después de la tragedia que ocurrió este último sábado en horas de la madrugada, donde un incendio se llevó las pocas cosas que tenían los 150 pobladores en el asentamiento humano Playa Hermosa, hoy siguen pasando peripecias a pesar de la ayuda que va llegando pero no es suficiente. Estos pobladores requieren de más apoyo y necesitan ropa para bebes, niños, adultos y ancianos, al igual que alimentos y agua.
Hasta el lugar del siniestro se hicieron presentes las autoridades, instituciones, la ministra de Desarrollo e Inclusión Social, así como los pobladores de buen corazón que se fueron a dejar sus donativos y darles palabras de aliento y esperanza a los 150 damnificados. “Agradecemos a los pobladores de otros distritos que están viniendo a entregarnos sus donativos en especial para nuestros niños. Nos está llegando la ayuda pero no es suficiente, aún nos hace falta más, lo primordial es el agua y alimentos no perecibles”, expresó una madre de familia.
Los niños a pesar de haber sufrido la pérdida de sus cosas no han perdido su sonrisa, y juegan alrededor de las carpas, aunque aún observan sus viviendas que quedaron en cenizas, se preguntan porqué a los más pobres les pasa esto.