900E-familia

Aunque a la corta parece una solución rápida y eficaz, a la larga las sanciones corporales generan más perjuicios que beneficios para quienes los reciben. A su vez, quienes los aplican, en general tienen poco que ganar y mucho que perder. Reprimir físicamente a los hijos puede causarles daño en su desarrollo a largo plazo, de acuerdo a un estudio realizado por la investigadora Joan Durant.

En base a una investigación realizada por Durant, se ha demostrado que el castigo físico y los golpes vuelven a los menores más agresivos y antisociales.

Según esta investigación, el golpeo físico no sólo predice de manera consistente que el niño manifestará en el futuro un mayor nivel de agresividad, sino que tendrá muchas posibilidades de tener problemas como depresión o abuso de sustancias, aquellos niños que soportan desde golpes hasta palizas con frecuencia se convierten en adultos más propensos a sufrir determinados trastornos mentales.

Por ello usted como padre de familia si quiere corregir a su hijo hágalo de la mejor manera, sin necesidad de agredirlo y premiando cada buena actitud de su niño obtenga, así sabrá que cada vez que realice algo bueno será premiado y pueda saber diferenciar entre lo que está mal y bien.