Evento para periodistas

En este diciembre pascual y parrandero, alcantarillado hasta la médula y   amenizado por el sonsonete de los villancicos,  las chocolatadas como limosnas para los más pobres y el cruce de regalos, no está mal presentar libros. Muy por el contrario. Más por estos predios de indignados recurseadores donde la lectura sigue siendo un desastre. Un cero a la izquierda. En el evento que auspicia Tierra Nueva, la presentación en el local del Colegio de Médicos de “Polvo en el viento” de Hugo Coya  y “Diva”, de Roberto Reátegui, hay algo más que una simple ceremonia de autores y lectores.

Los enterradores de corazón oscuro, los con vocación de juntacadáveres, sostienen que el periodismo escrito en el papel está condenado a morir más tarde o más temprano. No compartimos ese anunciado funeral, pero tampoco cerramos los ojos a los evidentes signos de decadencia del oficio. El cierto que el periodismo anda en crisis. No solo por los plumíferos con vocación de bufones y de zánganos,  los mermeleros  sin talento  ni honradez y tantos otros males, sino por la falta de calidad en la emisión de noticias y columnas. La prosa de telégrafo, la frase cortita sin nada más, la frase mal hecha o contrahecha, prima en estos tiempos.  En Centro América existe el consenso de que el periodismo puede salvarse si se aferra a la literatura.

Los autores que vienen a esta ciudad son periodistas y escriben libros. No como cronistas o columnistas, que eso es normal, si no como ensayistas o fabuladores. Es decir, tienden un puente, unen dos oficios, dos mundos,  y ello revela algo más que una moda. Revela una necesidad de sacar al periodismo de su dejadez y su quiebra. Debido a ello,  el evento de este fin de semana es importante también para el gremio de periodistas de estos antros que son legión.