Patrimonio
“Estar vivo, para él, es estar hecho de recuerdos…”
Philip Roth
La carátula del libro dice mucho. Es una foto en blanco y negro, que muestra el paso del tiempo donde aparece un niño detrás otro y finalmente emerge al final de la fila la figura del padre de ellos en el escalón final. Es el clan familiar [sin la madre que en la novela aparece tangencialmente]. La endogamia en imagen. Se trata de la novela de Philip Roth “Patrimonio” que narra sobre su progenitor. Esta en la repisa de la librería y me tentaba desde hace unos meses hasta que por fin lo tuve en casa. Roth tiene la peculiaridad que desde que uno lee sus novelas no debe pestañar y van directo a la cara, acompañado de su narración sin zarandajas verbales. La foto que aparece en la carátula dice mucho de lo contará después. Ese fornido hombre que sale en la foto no se parece en nada al anciano que está a punto de ser operado de un tumor en el cerebro. Había perdido un ojo, comía con cierto apuro para tragar. Además era viudo y vivía solo. Y tenía una amiga con quien pasaba algunos momentos juntos. Es la historia de un hombre inmigrante que lucha con diferentes adversidades – uno de sus hijos le salió escritor como Philip Roth, y que trabajó en sus últimos días en una compañía de seguros. Es la historia de muchos inmigrantes que van a Estados Unidos a vivir sus propios sueños [y pesadillas también]. Es judío no practicante pero que es consciente que es judío. El padre aparece muy tozudo en sus decisiones, planta cara a los badenes que nos pone la propia vida con entereza, sabiendo que uno está en el alambre. Uno de los momentos cruciales es cuando el padre no puede controlar sus esfínteres y enloda gran parte del baño, y llora de impotencia. El hijo mientras fregaba el suelo y metía la ropa sucia en una bolsa sed a cuenta que lo que ocurrió era la realidad vivida que ese era su patrimonio [el legado]. “Este era mi patrimonio: no, el dinero, ni los tefelines, ni el cuenco de afeitar, sino la mierda”. Es una buena metáfora para reconocer el ciclo biológico y terco de la vida. Lo que antes hacían tus padres con tus heces cuando eras niño lo haces tú ahora con ellos. Muestra también la indefensión y lo vulnerables que somos los seres humanos en diferentes etapas de la vida. Es una historia descarnada y al mismo tiempo tierna de la relación de un hijo con su padre. Mare.