“El Fondo Social no tiene un propósito determinado y podría tener utilidad en la entrega de bonos cuando ya los servicios básicos estén satisfechos. Mientras tanto no debería darse, así es como funciona el modelo en Alaska”, dijo el especialista en temas de hidrocarburos, Gonzalo Marsá al ser consultado al respecto.
Marsá añadió que “el efectivo por sí solo no crea más que inflación y crea más problemas que los que resuelve porque aparecen microeconomías y malos hábitos y distorsiona, impacta negativamente porque no tiene resuelto los servicios básicos. Poner dinero en efectivo en el bolsillo de los pobladores es un error porque se tiene que satisfacer primero necesidades en salud y educación”.
“Entregar bonos como se hizo el año pasado no es una solución porque ayuda a tranquilizar los ánimos pero no es una buena idea porque se entrega dinero de manera desordenada y lo que se debe generar es empleo y promover la creación de puestos de trabajo”, explicó.