Escándalo en otra parte
El famoso legislador Solón, hombre sabio, varón de letras y de leyes, probablemente, auspició la instalación de un burdel en su tiempo. Prestigio y prostíbulo no están, entonces, reñidos o en litigio. Ahora los legisladores de menos vuelo que el citado, los varones sabios si es que existen y los muchachos jurisprudentes que abundan no llegan a tanto. No auspician directamente la prostitución pero lo consumen. Como algo varonil, ignorando la clínica, el sexólogo o el especialista en traumas. Pero a veces ocurren cosas no previstas en la agenda prostibularia. Como una batida de rigor que acaba con el ejercicio de una sexualidad arreglada, comprada, pagada.
El sonado caso Dongo más el proxeneta de enlace más la víctima hubieran, probablemente, entusiasmado al buen Solón. Porque entonces hubiera podido legislar con justicia para beneficio de todas las partes. Pero como no estamos en tiendas ni burdeles griegos, ni existe el afamado personaje, el caso citado sigue en pie. Y hay como un colectivo disperso, vigilando. Porque se trata de algo verdaderamente grave. De la prostitución infantil y adolescente. La noticia acaba de remontar la cordillera y arribar a orillas del mar. El escándalo abandonó el límite pueblerino de esta ciudad, donde el machismo no escapa nada con faldas, y arribó a Lima, que además de una herramienta, una fruta, es la capital del Perú.
Entonces, con Solón o sin Solón, y por más que al abogado Dongo y el juez Luis Panduro Reyes le tengan alergia a la prensa, el espinoso asunto ya no es local. Atravesó la cordillera y aterrizó en las orillas del mar, y ocupó un espacio en el programa que dirige Beto Ortiz. Está bien que así sea. No se trata de un lio de faldas, de un regidor besuquiero y algo estúpido. Se trata de un sector demasiado vulnerable que merece justicia. Ahora o nunca.
ME PARECE QUE SE ESTA CO NVIRTIENDO ESTE CASO EN UNA CORTINA DE HUMO, PARA TAPAR LA NEGLIGENCIA DE LOS POLITICOS QUE ESTAN EN REVOCATORIA, DE QUE COMETIO UN DELITO LO COMETIO Y TODOS LOS SABEMOS Y TENDRA QUE ASUMIR LAS CONSECUENCIAS DE SU ACTO EN LA CARCEL O EN LIBERTAD, EL PODER JUDICIAL ES EL QUE PERMITE TODO ESTE CAOS.
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