Ikitos Disidente propone la reivindicación del escritor amazónico, como punto de partida, desarrollando una literatura renovadora desde la Amazonía. Buscan forjar una literatura dinámica, que cultive la estética y la calidad literaria, donde el hombre no caiga en el chauvinismo, para evitar ser un adorno, que lo tiene en el olvido, lo desprecia, lo ningunea.
Sus integrantes cuestionan la forma en la que se hace literatura en el Perú y en la Amazonía, ya que la literatura es vista y juzgada desde Lima y su centralismo tenaz.
“Desde la primera mitad del siglo XX la literatura amazónica está atrapada en un marasmo mitológico y costumbrista, en una exacerbada descripción paisajística. Los narradores que supieron mostrarse fueron Francisco Izquierdo Ríos y Arturo D. Hernández. Mientras que Germán Lequerica, con tan poca producción, renovó la poesía y narrativa amazónica”, señalan.
Por los años 60 aparece un grupo de jóvenes escritores conscientes de que escribir es arte con ínfulas de renovar la forma de hacer poesía y contar historias, como sus principales motivos de escritura. Entre ellos Róger Rumrrill, Jaime Vásquez Izquierdo y Javier Dávila Durand. Sin embargo, sus pretensiones no llegaron a cuajar sus obras con sus convicciones.
En los 80, aparece la trilogía de poetas Carlos Reyes, Percy Vílchez y Ana Varela, quienes sostienen que la poesía cumple un papel denunciante y preserva la belleza y justicia. Finalmente, César Calvo, Jorge Nájar, Miguel Donayre, gWerner Bartra y Álvaro Ique, aparecen como escritores intrépidos en el manejo de temas, técnicas y refinamiento del lenguaje.