Entre políticos
Pro & Contra comenzó a circular en los primeros años de la última década del siglo 20 cuando hacía sus pinitos electorales la generación que hasta hoy nos gobierna y que ha tenido presencia en la vida política regional y nacional. En este período se han formado movimientos regionales que han intentado un espacio nacional y, también, han desaparecido de la escena líderes y partidos que habían encontrado su auge en los 80.
Iván dos comenzó como un ensayo político gracias a una invitación del Movimiento Regionalista Loreto y se posesionó de la escena regional en las dos últimas décadas con la agrupación Fuerza Loretana que fundó con un grupo de empresarios, políticos y promotores que han convertido a la misma en la primera fuerza electoral de Loreto. En ese período si bien no pudo alcanzar una curul como Diputado en las elecciones de 1990, le sirvió para asumir la Alcaldía de Maynas primero y luego en dos oportunidades consecutivas la Presidencia de la Región Loreto. No en una sino en varias oportunidades Vásquez Valera intentó dar una cobertura capitalina a FL pero fracasó en el intento. Se desconoce si seguirá con ese propósito pero es indudable que actualmente es el político con mayor proyección y, por eso mismo, con mayores detractores en ese ámbito.
Tomás Gonzáles Reátegui apareció en la escena regional en junio de 1993. Llegó desde San Martín, aunque en 1990 fue elegido senador de la República por el PPC después del golpe de abril de 1992 mostró su apoyo al régimen de Alberto Fujimori y se le envío como presidente del CTAR-Loreto. Su gestión estuvo llena de controversias por las obras que realizaba y su ascenso -¿o regreso?- a la escena nacional fue el camino a su posterior caída. Estuvo al frente del más poderoso organismo estatal regional en un período de encrespamiento por las negociaciones de paz con el Ecuador –paralelamente se desempeñaba como Prefecto de Loreto- y hacia él se focalizaba toda la crítica a un gobierno que ya llevaba cerca de diez años en el poder. Cuando asumió el Ministerio de la Presidencia fue blanco de más críticas y caído en desgracia paralelamente al régimen de Fujimori tuvo que regresar a Iquitos para enfrentar un juicio por la construcción de la carretera Iquitos-Nauta que le privó de su libertad.
El dos veces alcalde de Maynas –primero por la muerte de Silfo Alván del Castillo y luego por elección popular-, Jorge Chávez Sibina apareció en la provincia como parte de la cuota del Partido Popular Cristiano en las elecciones municipales de 1989 y pocos años después formó la agrupación Nueva Amazonía con la que perdió un proceso, ganó otro y le sirvió de logo para llegar dos veces al Congreso de la República con alianzas distintas. Tuvo la intención de formar un grupo nacional junto con otros alcaldes provinciales –Huancavelica y Cajamarca- pero la propuesta no cuajó y actualmente reaparece en los medios de comunicación cuando es obligado a transitar por los pasillos del Poder Judicial.
Robinson Rivadeneyra Reátegui comenzó su vida política vinculado a grupos de izquierda, básicamente en la UNAP. Estuvo ligado a las gestiones distritales a través de UNIPOL y luego se unió a Fuerza Loretana donde inicialmente cumplía el trabajo de organizador. Lanzado como candidato al Congreso en una alianza con Perú Posible obtuvo una de las mayores votaciones junto a Antonio Palomo Orefice. Interrumpido ese período legislativo intentó repetir el plato sin la misma suerte y tuvo como alternativa la Presidencia del Gobierno Regional, cargo al que accedió al derrotar a Iván Vásquez Valera, su antiguo aliado. En el 2006 quiso reelegirse pero Fuerza Loretana obtuvo la más alta votación y desde esa derrota radica en Pucallpa y regresó para una nueva campaña y recibió una nueva derrota. Parece que seguirá esporádicamente en la agenda regional pero sin la fuerza de sus años en FL y la dedicación a UNIPOL.
Debido a una alianza electoral el abogado Víctor Isla Rojas apareció en la capital loretana, dando un salto desde Yutimaguas en cuya provincia ocupó el cargo de regidor. El 2002 llegó como Vicepresidente y desde ese año mantiene vigencia mediática. A veces con perfil bajo y otras veces no tanto Isla ha sabido andar en la cuerda a veces floja y otras templada de la política. Si la alianza con UNIPOL le llevó a la Vicepresidencia, años después la alianza con el Partido Nacionalista le llevó al Congreso de la República, donde fue reelegido –condición que muy pocos exhiben- y al cierre de esta edición es voceado reiteradamente como posible Presidente del Congreso de la República. Para el encono de unos, el respeto de otros y hasta la envidia de muchos Víctor Isla Rojas está en la agenda política en la última década y, siempre en el terreno de la probabilidad, por lo menos seguirá en ese ámbito los siguientes cuatro años. Es parte del entorno presidencial y eso se evidencia cuando acompaña al presidente Ollanta Humala en sus viajes a Loreto.
El APRA en Loreto ha servido de vientre de alquiler para que otros ganen algunos puestos. Los primeros años de los 90 cayó en desgracia por la serie de acusaciones –muchas de ellas solo escandalosas, otras con verosimilitud- de malos manejos en la función pública. Hasta carecía de local partidario. Algo que contradecía el propio orgullo aprista. En los últimos 19 años el APRA no ha ganado con méritos propios la principal alcaldía de Loreto y cuando se unió en alianza permitió que otro lo hiciera. Los militantes se limitaron a saborear desde lejos la gastronomía del poder municipal y fueron apristas los que estuvieron involucrados en los escándalos de la gestión municipal de J.C del Aguila que producto de sus demonios y traumas se dedicó a judicializar a su antecesor que no era otro que Iván Vásquez y Fuerza Loretana. De esa gestión –y con mérito propio y habilidad innegable- emergió Augusto Vargas Fernández quien fue elegido Congresista y captó la atención nacional en varias oportunidades. Tentó la reelección pero el escenario nacional le fue adverso como a la mayoría de sus compañeros.
Acción Popular era el logo que servía a Fernando Belaunde para llegar al poder. En Loreto se afirmaba que existían belaundistas y no acciopopulistas. Pero el arquitecto nunca se olvidó que en Iquitos era querido. Una de sus últimas vivistas a provincias lo hizo para recibir homenaje del alcalde de Punchana, Arquímedes Santillán, quien fue elegido dos veces alcalde de ese distrito con la lampa. La última oportunidad de mostrarse fuerte electoralmente la tuvo AP con el FREDEMO. Luego más fueron las derrotas que las victorias. Y los líos por la creencia que todavía mantenían fortaleza se evidenció en el primer número de Pro & Contra. Juan Checkley, dirigente impetuoso del acciopopulismo y hombre fuerte del segundo gobierno belaundista, no se cansaba de criticar a sus correligionarios. Joaquín Abensur era blanco de sus dardos. Sin embargo, hay que decir que sin los recursos del tío Joaquín y el empeño que puso en aquella campaña de 1993 Acción Popular nunca más ganó la plaza más importante de Loreto. Y en los últimos años siempre tuvo que hacer alianzas, la mayoría de veces para perder. Yurimaguas es su principal bastión donde ha logrado triunfos y es su bastión que inclusive le lleva a colocar representantes loretanos como es el caso del actual congresista Leonardo Inga.
Si hay una agrupación que ha tenido su apogeo y debacle evidentes en los últimos 19 años se llama Frente Patriótico de Loreto. El FPL ha sido la vitrina –y a veces el refugio- de políticos que no podían ser tomados en cuenta por sus méritos propios y se agazapaban en ese logo para exigir una representación del pueblo que en circunstancias democráticas nunca hubieran merecido. Con excepciones como las de Antonio D’Onadío y uno que otro más. EL FPL fue la continuidad del Frente de Defensa de los Intereses del Pueblo de Loreto que lideró la lucha por el canon petrolero. En torno a esa organización se juntaron los que decían defender la patria ante la pretensión del gobierno de Alberto Fujimori de entregar territorio a Ecuador con la finalidad de lograr la paz. Bajo el lema “ni un ladrillo ecuatoriano sobre el Amazonas” el FPL lideró esa lucha y no pudo impedir que se firmara el convenio aunque varios de los dirigentes de la década del 90 afirman que el gobierno de Fujimori cayó por la presión de los loretanos. Luego de la caída de Fujimori el FPL cayó también. Actualmente algunos dirigentes de izquierda con militancia pretenden reflotarlo luego de un período de indiferencia y donde las distintas agrupaciones políticas solo se han aprovechado de la coyuntura. ¿Alguna vez el FPL volverá a ser la fuerza aglutinadora que fue durante las negociaciones de paz con Ecuador? Difícil saberlo. Difícil.
La participación femenina en la vida política ha crecido en los 19 años. Pero son pocas las mujeres que han logrado el apoyo en las ánforas. Sin menospreciar otros casos nos referiremos a Delicia Manzur, alcaldesa de Punchana, y a Mirna Villacorta, alcaldesa de San Juan. Ambas pretendieron –sin éxito- convertirse en alcaldesas de Maynas. Manzur llegó al sillón de Punchana en las filas de FL, agrupación a la que abandonó y de alguna forma marcó su debacle. Falleció el año pasado. Mirna Villacorta luego de pasar por San Juan quiso convertirse en alcaldesa de Maynasy se unió a “Mi Loreto” y no recibió el respaldo suficiente. Es una de las mujeres que mejor preparada está para gobernar –en su gestión tuvo algunos problemas menores- y tendría que reformular toda su estrategia para captar mayores votos en una provincia donde siempre se le ha negado a la mujer la posibilidad de sentarse en la Alcaldía.
Si en 1993 existía una clase política emergente en el 2012 puede distinguirse algunos elementos que lleven a concluir que estamos ad portas de dar paso a una nueva generación que tiene en Fernando Meléndez a uno de los representantes. Más allá de las carencias y debilidades dicha generación se fortalecerá cuando termine de convencerse que no pueden focalizar su presencia mediática entorno a quien consideran su opositor sino que esa crítica necesaria tiene que estar acompañada de propuestas atractivas. Y ése quizás sea el mayor reyo: lanzar propuestas viables que no sea la continuidad de esa serie de engaños en las que nos sumergió la generación que dejaba la agenda pública allá por los años 93.
Un capítulo importante de lo política loretana la está escribiendo Charles Zevallos Eyzaguirre. Un personaje que comenzó en el Movimiento Regionalista Loreto, que se convirtió en alcalde de Punchana y después en alcalde de Maynas. Si su período punchanino estuvo impregnado de malos manejos y presencia de gente foránea que hizo de la cosa pública un despelote los dos primeros años en Maynas fue la consagración del caos y la majadería. Desde que inauguró su mandato se empeñó en la parranda y los viajes de placer. El accidente de sufrió mientras practicaba parapente sumió en la incertidumbre a la administración municipal a tal punto que en evidente mal estado de salud reapareció en la alcaldía para aumentar el desgobierno. Charles Zevallos Eyzaguirre fue elegido en las filas del MIL que lidera Fernando Meléndez, político que tarde o temprano tendrá que ofrecer disculpas a los ciudadanos por haber prestado su logo a tan extravagante personaje.
En cuanto a Presidentes de la República en 1993 nos gobernaba Alberto Fujimori, iniciado bajo el manto de un proceso electoral en 1990 desde abrildel 92 cerró el Congreso y persiguió a opositores. Llegaba a Iquitos para visitar algunas obras y luego irse a pescar en alguna quebrada junto a Samuel Reynafarje, quien después se convertiría en parlamentario y presidente del CTAR-Loreto. Luego de propalarse el “vladivideo” viajó a una cita al exterior y renunció al cargo. El Congreso de la República nombró a Valentín Paniagua en su reemplazo, quien convocó a elecciones que fueron ganadas por Alejandro Toledo. El líder de Perú Posible mostró inicial interés en los problemas de Loreto y envío una comisión de alto nivel para participar en mesas de diálogo que de eso no pasaron. Hasta ahora se debate si fue culpa del toledismo o de los dirigentes regionales la oportunidad perdida. Hay que anotar que el FPL tuvo especial participación en estas mesas. Luego regresó a la Presidencia Alan García Pérez, quien en los cinco años de su segundo gobierno solo llegó a Iquitos en una oportunidad, en el último mes de su gestión para supervisar la construcción del Colegio Nacional de Iquitos que mucho calificaban de inauguración. Luego de varios intentos ganó la Presidencia el comandante Ollanta Humala con una votación importante de los loretanos. Al primer mes de su gobierno el líder de Gana Perú visitó Iquitos y otros pueblos loretanos. En menos de un año ya cruzó los Andes para aterrizar en la selva en tres oportunidades. Aunque no se observa muchas cosas de su gobierno las promesas de mejora de la condición de vida, especialmente de los pobladores rurales como los del distrito de belén, sigue siendo una acción que concluir.
Contrariamente a lo que sucedía hace 19 años en estos años del 2012 se puede notar que los políticos permanecen en constante campaña y que se cambian de camiseta de la noche a la mañana. Aquello de la militancia consecuente se ha perdido –aunque hay que recordar que el alcalde Joaquín Abensur se puso públicamente el polo del oficialismo en la campaña del referéndum constitucional a favor del fujimorismo despojándose del polo acciopopulista- y hoy son más evidentes los aportes monetarios que los idearios. Por eso se observa en la clase política a gente no solo con ninguna clase sino sin escrúpulos.
Interesante articulo de la vida politica loretana…esperemos que mejore la calidad de nuestros politicos en donde la honradez sea condicion especial ..
El APRA, es el unico partido que se mantendra vigente por siempre, por la lealtad , fraternidad de sus militantes y la justicia de su causa que Haya nos lego Pan con Libertad.
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