En estos tiempos de la fugacidad los diarios de un lado al otro del globo terráqueo o del planeta azul ante el desborde de internet y sus demás hojas han abierto una nueva sección de noticias que se llama viral. El viral tiene por definición aquella imagen imágenes que puede causar impacto (que sea positivo o negativo, eso lo de menos) a un montón de personas. En este sentido, hay una gama de posibilidades. Desde gatos cantando villancicos de navidad hasta sonoras flatulencias de los protagonistas, y eso le hace gracia a gente ¿? El otro día en un diario peruano de tres noticias una hacía referencia a una viral ¿es esto posible?, ¿tiene que ver por la reducción de costes en las redacciones?, ¿de los tiempos líquidos?, ¿es el tiempo de memos? O ¿son las tres cosas juntas? Me parece que no hay una sola causa y pueden concurrir otras causas también que tienen como objetivo final el de promover la idiotez en la multitud. Son noticias chorras como dirían en este lado de la cocha. Son fútiles, para mirar y al momento desecharlas a la bandeja de reciclaje. Son estos virales diseñados para no pensar de acuerdo con los momentos en que estamos inmersos. Cada gota de estos virales parecen minar la capacidad de reflexión, borrar la capacidad crítica, de volvernos bárbaros. Vaya tiempos que vivimos y más con navegantes algo improvisados que han perdido la brújula. La otra noticia son el de las “filtraciones” que puede ser la de una mujer de la farándula y se muestre un vídeo íntimo de la ella, “infartante”o de infarto como suelen decir los diarios, y muchas veces son promovidos por las mismas artistas – en verdad tienen poco que exhibir. Con todas estas coordenadas torcidas es para gritar: ¡Por favor, enciendan la luz!
