Poeta Carlos Reyes:
La responsabilidad social de los iquiteños ha sido expresada en las calles y en la colecta del padre Raimundo, dos comportamientos de los mismos ciudadanos?
Este es un fenómeno que solo se puede entender en la medida que el ciudadano de Iquitos, que ha ayudado en la colecta para las plantas de oxígeno al P. Raimundo Portelli, y se ha volcado a apoyar este noble gesto de manera decidida, es por la necesidad de salvarse de un escenario de muerte posible. Es decir, en el pensamiento colectivo, la gente se vio en una cama UCI suplicando por oxígeno para vivir, el oxígeno que los políticos de fruslería dicen que aquí nos sobra porque “somos el pulmón del mundo”. Una eventual muerte puede cambiar de manera drástica el pensamiento de las personas. El antropólogo Alberto Chirif ha hecho un análisis penetrante y doloroso de la realidad del ciudadano común y corriente, del hombre de a pie, de Iquitos. El rigor de su análisis se sostiene en pilares bien fundamentados para esta zona de la selva amazónica peruana: la pobreza y el desorden generalizado como una tradición. La pobreza que obliga a mostrarse irresponsable (“porque si no me mata el virus, me mata el hambre”), la precariedad de un sistema político que impone reglas que pone en desventaja a los que menos tienen —fuera de toda lírica, son los que no tienen un sueldo fijo, viven del “día a día”, los que viven el hacinamiento en casas insalubres o barrios sin condiciones sanitarias—. Pero también están los otros, los que se han formado en esta escala de valores perdidos y no respetan nada, y no saben dónde queda el límite entre los deberes y los derechos, son los que tienen limitaciones en su formación educativa, personas encumbradas en el perfecto ensamblaje del ciudadano que formó el fujimorismo en estos últimos treinta años del cual habló el periodista César Hildebrandt, cuya filosofía de vida es la mezquindad y el individualismo inculto y pernicioso. Se manifiestan embriagándose en las calles durante la cuarentena y beben de un solo vaso aunque los médicos indiquen lo peligroso que es, son los que creen que si alguien tiene que morir que sean los ancianos, y así otras perlas de este “pensamiento” que nombrarlos puede resultar excesivo y grosero.
¿Si el comportamiento del amazónico no ha cambiado en cuanto a higiene pública y desinterés por el beneficio colectivo, crees que el Covid y lo que ha producido en muertes sea determinante para un cambio en esos aspectos?
Hay cosas que se aprende a porrazos, a golpes: este será uno de esos casos. No hay que olvidar que se habla de muchas muertes (se dice que hay más de cinco mil muertes en Iquitos), pese a que las cifras oficiales nos anuncia menos de un millar. Que una sola persona que antes no se cuestionaba a sí mismo sobre la necesidad de obedecer las normas establecidas por las políticas públicas en aspectos sanitarios de beneficio colectivo, lo haga ahora, eso ya es un avance. Como se dice, será el germen, la semilla, para iniciar cambios positivos. No será fácil, pero hacia allá caminaremos aunque sea a paso de tortuga, considerando que la Covid 19 es solo una de las tantas enfermedades similares que pueden aparecer el futuro.
¿La cultura en estos tiempos también se ha visto cuestionada desde el sistema estatal con el escándalo Richard Swin, pero esos personajes se reproducen en las provincias dentro y fuera del Estado no?
El caso Richard Swin es solo la cabeza visible de lo distorsionado de cómo se maneja la cultura oficial en el Perú. La improvisación, el amiguismo, la incompetencia y el clientelismo político como razón de ser de las estructuras del Estado que merecen ser revisados desde sus raíces. Como es un problema estructural, no hay novedad que esto se replique con la rapidez y morbilidad de un virus en todas las provincias de nuestro país. También en Loreto tenemos nuestros Swin (digo “nuestros” en plural, para mejor compresión) y están ahí parasitando las reparticiones públicas, haciendo negocios, cuando el temor y la muerte es una constante en nuestras vidas. Pero esto no es solo un problema asociado a circuitos culturales, es un problema generalizado y los Swin están en todos los sectores desde el agrícola, el pesquero, el turístico, etc. Cualquier espacio es posible para generar ganancias, y no importa el tiempo, ya sean aquellos en donde los pobladores gozan de buena salud o aquellos terribles como este momento de lucha contra un virus como nos ha tocado vivir.
¿Eres optimista por lo que pueda venir en educación y cultura post covid?
Cultura y educación, acciones de la vida cotidiana y transmisión de conocimientos. Alguna vez leí uno de los conceptos más modernos de lo que significa la dinámica palabra Cultura: “Toda acción humana, excepto lo genético, es cultura”. A mí este concepto me parece redondo, exacto, pero también muy amplio para tratarlo de manera superficial en pocas líneas. Requiere de un esfuerzo intelectual más allá de lo común, de lo normal. Pero, para facilitar las cosas, traslademos todo esto al ámbito literario, como expresión de la cultura, y que también se transmite como cocimiento de generación en generación, entonces tendremos muchas sorpresas. Mario Vargas Llosa, en 1966, ha dicho que de las peores sociedades, de las más podridas, las que se encuentran en estado de descomposición, han nacido literaturas ambiciosas, ricas y totales. Y mira que MVLL ha escrito libros de la dimensión de “Conversación en la catedral” y “La ciudad y los perros”, solo por citar dos de sus obras maestras. Pienso también en John Steinbeck y “Viñas de la ira”, y que fue pensada en los tiempos del Crack del 29. Es decir, invocando a la capacidad creativa del ser humano después de la pandemia, creo que tendremos algunos ejemplos de obras para la posteridad nacidas de tiempos de esta crisis de la cual estaremos muy orgullosos y, sobre todo, que mantendrán su vigencia en el tiempo.