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Fernando Najar Freyre

EL PODER DE LA IGLESIA CATOLICA

La palabra “maricón” ha tenido su primer impacto: no ha progresado en el Congreso el dictamen de Carlos Bruce sobre la “unión civil de los homosexuales”.

“Maricón” es una palabra dura que está registrada en la Real Academia de la Lengua Española.

Si lo hubiera dicho un “Perico de Palotes”, no tuviera el efecto, la trascendencia ni el revuelo como el que causó lo dicho por Bambarén .

Es la versión del poder de la iglesia católica que no ha tenido otra manera de rechazar lo que califica de atentado contra la familia.

Además bajo la tesis de Bambarén, todo aquel que esté de acuerdo con la “unión civil” es un gay. Un claro tinte homofóbico

Se entiende que los congresistas que votaron en contra se sentirían mal que les consideren como “maricones”. La intimidación pública dio resultado.

Comentarios:

Enrique Meder Me parece que te estás pasando la línea de la verdad, el estar en contra de la unión civil entre personas del mismo sexo, no nos convierte en Maricon, solamente estamos en contra, haciendo uso de nuestras facultades de opinar, no porque lo diga Bambaren ni ninguna otra persona, sino porque esa es nuestra opinión y como tal merece respeto. no comprendo porque politizar algo que es de opinión publica, algo que ni la gente del pueblo sabe bien de que se trata.

Fernando Najar Freyre Enrique, no lo digo yo; es la postura de Bambarèn

Fernando Najar Freyre Primo. Mientras Perú sea un país con muchos homofóbicos y machistas, jamás prosperarán esas iniciativas

Enrique Meder Tu sabes Fernando que la iglesia (católica) siempre fue el socio del poder y la política y entre ellos siempre se tejieron los más trágicos acuerdos de la humanidad. En este caso del matrimonio entre personas del mismo sexo no es diferente, pero creo que los que conocemos el trasfondo del tema y las aristas de la circunstancia deberíamos educar al público, al pueblo que en medio de su ignorancia no le da la debida seriedad al tema. y esto a la larga cambiara nuestra sociedad como la conocemos ahora.

Rafael Saavedra Con ley o sin ella, la realidad siempre nos presentará casos que muchos consideran denigrantes. Lo que necesitamos es vencer los miedos a reconocer legalmente esa situación y seguir avanzando en el largo proceso de humanización de la sociedad. El Perú como país laico debe superar esas fobias oscurantistas de negar derechos que a cada cual corresponde.