La palabra sueño proviene del latìn somnus, del que también provienen somnífero, somnoliento y sonámbulo, designa tanto el acto de dormir como el deseo de hacerlo.
El sueño sigue siendo uno de los grandes enigmas de la investigación científica. De ser considerado un fenómeno pasivo en el que parecía no ocurrir aparentemente nada, se ha pasado a considerar, a partir de la aparición de técnicas de medición de la actividad eléctrica cerebral, un estado de conciencia dinámico en que podemos llegar a tener una actividad cerebral tan activa como cuando estamos despiertos y en el que ocurren grandes modificaciones del funcionamiento del organismo; cambios en la presión arterial, la frecuencia cardiaca y respiratoria, la temperatura corporal, la secreción hormonal, entre otros.
Cada noche, mientras dormimos, pasamos por diferentes fases o estadios de sueño que se suceden con un patrón repetido a lo largo de cuatro a seis ciclos de sueño durante toda la noche. Todos estos estadios se incluyen en dos grandes fases de sueño, con grandes diferencias en cuanto a actividad muscular, cerebral y movimientos oculares.
El sueño tiene dos estados bien definidos:
- Sueño sin movimientos oculares rápidos(NREM en inglés). En el que se pueden diferenciar tres fases:
- La Fase I fase del sueño ligero, es la transición desde la vigilia al sueño;
- La Fase IIdonde no hay actividad ocular
- La Fase IIIes la fase de mayor profundidad en el sueño y sigue sin haber actividad ocular
- Sueño de movimientos oculares rápidos(REM en inglés), o fase IV del sueño, conocido también como sueño paradójico, sueño desincronizado, muestra movimientos oculares rápidos similares a las que se observan cuando la persona permanece despierta y con los ojos abiertos. En esta etapa se presentan las ensoñaciones (fase onírica).
Las necesidades de sueño varían según la edad. El niño recién nacido duerme casi todo el día. En épocas de mucha actividad intelectual o de crecimiento o durante los meses del embarazo, puede aumentar la necesidad de sueño, mientras que el estrés, la ansiedad o el ejercicio físico practicado por la tarde pueden disminuir la cantidad de sueño. En los ancianos se va fragmentando el sueño nocturno con frecuentes episodios de despertar y se reduce mucho el porcentaje de sueño en fase IV y no tanto el de sueño MOR, que se mantiene más constante a lo largo de la vida. Las personas de edad avanzada tienden a aumentar el tiempo de permanencia en la cama. Muchas de ellas dormitan fácilmente durante el día varias siestas cortas.
El sueño representa una función vital, por ser imprescindible (el ser humano no puede vivir sin dormir), restauradora (el sueño repara el cuerpo cada día), complementaria y fundamental para asegurar la vigilia (se duerme para poder sentirse despierto al día siguiente), fisiológicamente necesario.
Durante el sueño profundo (Fase III), se produce la restauración física y durante el sueño REM la restauración de la función cognitiva (proceso de aprendizaje, memoria y concentración).
Existen algunas enfermedades relacionadas al sueño:
Apnea del sueño, la persona deja de respirar durante 10 segundos o más, en forma repetitiva, mientras está dormida, lo más frecuente es que se deba a pérdida del tono en los músculos de la faringe, lo cual permite que ocurra el colapso de las vías respiratorias.
Insomnio que es la dificultad para conciliar el sueño y quedarse dormido.
Narcolepsia es el estado en que sobrevienen durante el día episodios de sueño involuntarios con duración de unos 15 minutos cada uno.