El sol, ¿amigo o enemigo?
ESCRIBE: Hugo P. Zamora Perea
Médico Dermatólogo
Durante las últimas décadas se ha observado un incremento en el cáncer de piel. Esto ha motivado que la Organización Mundial de la Salud utilice la palabra epidemia al referirse al cáncer cutáneo.
Esta situación se debe al desconocimiento o cambio de hábitos relacionados con la exposición solar y a la radiación ultravioleta (UV). Los rayos ultravioletas A (RUVA) causan el envejecimiento prematuro de la piel, alergias solares, etc. Los rayos ultravioletas B (RUVB) causan quemaduras (enrojecimiento), insolaciones y golpes de calor a corto plazo, siendo responsable a largo plazo de las alteraciones en nuestras células. La combinación de estas dos radiaciones se relacionan con el desarrollo de cáncer de la piel. Por otro lado, el lento pero contínuo deterioro de la capa de ozono agrava la situación, pues el ozono de la estratosfera es efectivo en la filtración de la radiación ultravioleta.
Ambos factores hacen que nos encontremos expuestos a niveles más altos de radiación solar por lo tanto a sus efectos perniciosos.
La luz solar es beneficiosa para la salud, ya que ayuda a sintetizar vitaminas y la vida sin ella no sería posible. Sin embargo, la exposición excesiva, produzca o no enrojecimiento, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel, incluyendo el melanoma maligno, especialmente en las personas de piel blanca.
De lo antes expuesto se deduce que el blanco de los esfuerzos de prevención primaria debería ser la educación sobre los riesgos a la exposición solar y el uso de protección adecuada.
Los adultos y niños pasan mucho tiempo al aire libre. Los primeros, al manejar sobre todo sus vehículos lineales, sus lugares de trabajo son al aire libre, deportes, tanto al realizarlo y como espectadores. Los niños durante los recreos, clases de educación física y actividades cívico militar en la que muchas veces se les obliga a participar. Asimismo, vivimos en una zona donde la exposición solar es contínua y las medidas de protección que usamos son nulas o no son las más adecuadas.
El programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente calcula que cada año se producen en el mundo más de 2 millones de casos de cáncer de piel y de ellos 200,000 son melanomas malignos.
La prevención y el control del cáncer de piel figura entre los retos más importantes de nuestra época. Nuestras autoridades y toda la población debemos comprometernos en esta tarea. Al salir de casa, sobretodo de 9 de la mañana a 4 de la tarde, se debe caminar por la sombra y hacerlo con sombrero de ala ancha, camisa mangalarga, anteojos adecuados, sombrilla.
Creo que lo que está sucediendo es lo contratrio: Los adultos trabajan en interiores con luz artificial y los niños ya no juegan en la calle sino que pasan las horas en la tele o el ordenador en vez de en la calle tomando el sol como hacíamos antiguamente. Eso provoca que sinteticen menos la vitamina D que protege de la mayoria de los cánceres, la descalcificación y activa el sistema inmunológico. y que se vuelvan obesos prematuros.
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