Se han descubierto más correos de los denominados Cornejo leaks http://goo.gl/K4FO6K y claro, han pasado por agua tibia en los medios. Es más imagino que muchos han renunciado a opinar al respecto porque el tema es aburrido o es muy normal que los amiguitos intercedan ante los ministros para solucionar sus problemas y generar más ganancias en sus negocios. En realidad ya no se trata de lobbyes se trata de fraternos lobos que conversan cómo se reparten el botín del Estado.
Hasta ahí pasa piola. Pero nadie se ha pronunciado porque, Betty Chung, entonces directora de Gestión de Calidad de los Recursos Hídricos de la ANA, salió disparada y se quedó sin chamba cuándo su jefe de entonces el ministro de agricultura Milton Von Hesse la despidió por no tramitar rápidamente lo que pedía su amiga Cecilia Blume de este ministro que ahora se ocupa de Vivienda y Construcción donde me imagino debe estar obedeciendo a sus amigos y ordenando a sus subalternos para que accedan rápidamente a sus requerimientos.
Lo más descarado es que Cecilia Blume, mujer fuerte de todos los ministros de economía de este y otros gobiernos anteriores, ha dicho que no ve nada irregular, que “para eso es abogada”. Claro, sabe que, cómo sus mejores amigos también son o dueños de medios o “líderes de opinión” no la van a cuestionar y si le harán bulla no será suficiente para desligarse del tema. Borrón y cuenta nueva y a seguir haciendo lobby.
IDL reporteros ha descubierto la punta del iceberg. Son más de 1200 correos que deben ser más evidentes aún. Aunque el ministro dice que no hubo nada irregular sería bueno preguntarle si tiene correos que le dirigen los pescadores o agricultores para pedirle exactamente lo mismo y actúa con esa diligencia. El lobby no es malo siempre y cuando esté regulado y abierto y en el Perú eso no sucede por más que lo quieran justificar.
Ese pretexto, a propósito de Miguel Castilla, le ha caído como anillo al dedo al gobierno para que salga del Ministerio de Economía por más que diga que eran temas personales por los que se fue. El otro lobby, el de Cocacola hacen pensar nuevamente que el estado ha sido capturado sin el menor reparo hace décadas y que estos casos “menores” son la confirmación de una política que no tiene nada que ver con el liberalismo económico sino con una costumbre mercantilista y colonial de creerse, con la anuencia del que ocupa cinco años el gobierno, propietarios del país.
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