ESCRIBE: Tato Barcia

Eran otros tiempos para Loreto, la fiebre del caucho estaba en apogeo y ello hacia que el dinero se genere a raudales, en esa época esta actividad económica permitía a los empresarios e incluso a los asalariados en base a su trabajo, darse grandes lujos y satisfacciones; tal como lo hizo «Don Otoniel Vela Llerena», natural de la ciudad Rioja (San Martín), pero vivió su niñez en Moyobamba. Don Otoniel fue un hombre de negocios y con gran sabiduría, hizo estudios superiores en Barcelona – España, graduándose de contador mercantil, dominaba correctamente el francés, inglés, italiano, alemán y portugués, lo que le valió tener muchas amistades influyentes y con un alto grado cultural en Europa; vivió un buen tiempo en Paris, donde conoce y se hace muy amigo de un joven escritor, que recopilaba datos para sus atrevidas novelas de ciencia-ficcion, “Julio Verne”, de quien se dice que tomaba apuntes de los relatos que en sus anuales viajes Otoniel Vela hacia a Europa, de la vida y anecdotas de la Selva Amazonica. La novela «La Jangada» (La Balsa), Julio Verne plasma los relatos y datos de su gran amigo Otoniel. Tambien fue Miembro de la Gran Logia Masónica del Peru, llegando al Grado XXXIII, de la Masoneria Universal.

Don Otoniel Vela Llerena ya graduado de Contador Mercantil, regresa a Rioja y después de un tiempo, con sus hermanos Ignacio, Isidro y Ezequiel dejan Rioja y se dirigen hacia Nauta, junto al rio Amazonas, que por aquella epoca era inclusive mas importante que la ciudad de Iquitos. Donde instala el aserradero Puritania, Para el que trae toda la maquinaria de USA y se convierte en el aserradero más grande y moderno del Peru en esa época, además encarga a uno de los astilleros de Inglaterra que construyan un barco de vapor de acero capaz de viajar aguas arriba en el rio Amazonas, a una velocidad de 20 millas por hora. En esa epoca los barcos a vapor usaban leńa como combustible; al que le dio el nombre de Meteoro. El aserradero «Puritania», comienza entonces a exportar tablas, tablones, listones y cuartones a USA, Europa y Lima en los barcos trasatlanticos que llegaban hasta el mismo aserradero. En «Puritania» tambien instala una fabrica de ladrillos. Este complejo maderero terminó siendo vendido en la segunda mitad del siglo XX al empresario maderero Juan del Cuadro. Felizmente “Don Otoniel” ya no estaba vivo en ese entonces, para ver su empresa en manos ajenas.

Regresando a finales del siglo XIX, Don Otoniel Vela hizo fortuna hábilmente como comerciante en la ciudad de Iquitos; compitiendo fuertemente con la comunidad judía, ya que proporcionaba a los «caucheros» herramientas, alimentos, armas, municiones, ropa; en fin, toda la indumentaria que necesitarían en los 6 meses que duraba aproximadamente su internamiento en la selva, quienes a su regreso como pago y compensación de intereses le entregaban las «bolas de caucho», para ser exportadas. En el año 1898, contrae matrimonio con Juanita Larrea Lopez, hija unica del matrimonio formado por Arnaldo Larrea y Anastasia Lopez, un oficial de la Marina de Guerra del Peru, destacado a la Base Fluvial del Amazonas, con base en Iquitos. Doña Juanita, hermosa mujer de ojos azules, era miembro de una acomodada familia limena que tenian grandes propiedades al sur de Lima, en el Departamento de Ica. Un primo hermano de dona Juanita, el Mariscal Oscar R. Benavides llegó a ser Presidente del Peru, en dos periodos seguidos. Del matrimonio de Otoniel y Juanita nacen 7 hijos: 4 hombres y 3 mujeres. Don Otoniel llegó a convertirse en uno de los principales exportadores de caucho, el cual era exportado a través de barcos que demoraban 15 dias entre Iquitos y Hamburgo( Alemania), “El Havre” y Marsella (Francia), Génova (Italia), Barcelona (España) y Lisboa (Portugal), entre otros; ademas Iquitos mantenía comunicación directa con Europa, desde 1898, había un servicio regular por barcos a vapor que semanalmente cubrían la ruta Iquitos-Liverpool, una distancia de 11.000 km. Mientras que llegar a Lima era una peligrosa travesia de 3 meses por tierra. Por esta razon, muchos enviaban a sus hijos a educarse a Europa. Otoniel fue uno de ellos y mando en el año 1910 a su esposa Juanita con sus hijos a Suiza, durante 4 anos hasta que se desato la Primera Guerra Mundial y tuvieron que regresar precipitadamente, antes que se cerraran los puertos y el trafico seguro en alta mar. Solo se quedo alla uno de los Vela Larrea, Emiliano que ya se graduaba de Ingeniero Civil en la Sorbona de Paris. Tomen nota de este personaje, que en el último párrafo de la presente; llegará a tomar relevancia en esta historia.

Otoniel viajaba anualmente a Europa para mantenerse al tanto de los adelantos cientificos, las nuevas corrientes filosoficas, reecontrarse con sus amigos y adquirir herramientas y accesorios para sus empresas en Peru, donde ya habia adquirido tierras e instalado fabricas y plantaciones de caucho y maderas nobles, asi como construyó también una turbina hidraulica «Pelton» traida de Europa para contar con energía eléctrica y mover su trapiche que extraía el jugo de la caña de azúcar de un molino de tres masas. Así mismo instaló una piladora de arroz y un aserradero, en «San Ignacio» (cerca de las ciudades de Jaen y Bagua), es en esa Plantación, que concibe el fabricar sacos de yute, para ser utilizado como costales para almacenar granos; principalmente arroz, siendo considerado el pionero de esta actividad en la Amazonia. También construyó un recinto industrial para la fabricación de polvora para proveer a las armas de caza de toda la region, para lo cual hace traer de España técnicos especialistas en explosivos; e inclusive instaló una factoría para elaborar Jabón artesanal hecho con cacao de la amazonía combinados con aceites naturales. A quien madruga, nadie le ayuda; eso lo sabia bien “Don Otoniel” porque con su incansable forma de trabajar siempre trato de convencer de lo contrario; al potenciar sus aficiones ya que terminó siendo un industrial con actividades muy diversificadas.

Es cuando se encontraba en su esplendor como empresario, que se empecinó en construir su obra que lo catapultaría a la fama, para ello encargó la construcción de un fastuoso y soberbio edificio destinado para un hotel principalmente de 3 pisos y un Torreón esquinero. en la ciudad de Iquitos, ubicado entra las calles Putumayo y malecón Tarapaca, su construcción fue dirigida entre los años 1908 y 1912 por el ingeniero civil peruano Samuel Young Mass y el arquitecto español José Altamira y Motta; su gran estructura estuvo inspirada en el modernismo catalán de la escuela del Arq. Antoni Gaudí (Art Nouvea); cuenta la historia que todos sus elementos atravesaron el Atlántico, así se tiene que desde Málaga fueron transportados los azulejos con «reminisencias» que incluían elementos góticos y neoclásicos; inclusive se emplearon delicados azulejos decorados a mano y con diversos motivos. Los balcones están hechos de hierro forjado y sujetos por elaboradas ménsulas de hierro fundido, llegando a destacar su ornamentación con mármoles y mosaicos sevillanos. El edificio en sí, es de un diseño complejo, fierros forjados con formas vegetales en los balcones, orfebrerías metálicas y altos portales; Quizá por todo ello, esta considerada la máxima expresión de la arquitectura iquiteña, pese a que su construcción tuvo que sufrir cambios y adaptaciones para acomodarse al ambiente tropical de la ciudad. La construccion de este majestuoso edifico duro mas de 4 anos y lleva por nombre hasta hoy de «Hotel Palace», y fue diseñando para que en el primer piso fueran sus oficinas particulares y los tres pisos restantes para alojamiento de celebridades, magnates y turistas del Viejo Continente. este edificio arquitectónico fue el primer hotel de lujo del Perú, mucho más antiguo que el famosísimo Hotel Bolívar de Lima, información que nos enriquece y nos hace sentir orgullosos, ya que un hombre amazónico con las dificultades de la época, dio grandes muestras de emprendimiento.

El 10 de junio de 1,912, se inauguró el “Hotel Palace”, y para esa ocasión se dio un gran acontecimiento que marcaba un hito en la historia de Iquitos, su dueño «Don Otoniel Vela» había hecho realidad su sueño, entregar a esta ciudad, un bello edificio, lujoso y elegante; aquel acaudalado de la época amigo de Julio Verne y Gustave Eiffel, pletórico de alegría, recibió con felicidad a sus distinguidos invitados, empresarios llegados desde Inglaterra en un barco de la «Boot Line Steamship Co.» Todos se sentían como en casa, ya que se trataba de un edificio que les resultaba muy familiar, al reflejarse la presencia Europea en plena Amazonia, quizá por ello fue un importante hotel de lujo durante la fiebre del caucho que albergó a caucheros y comerciantes europeos. Pero la historia de esta tan imponente y elegante construcción, termina de manera «Irónica», ya que a la intempestivo fallecimiento de Otoniel Vela, que llegó a ser una muerte misteriosa de por sí, ya que incluso se barajó la hipótesis de un envenenamiento. Su hijo Emiliano regresa de Paris y se instala con su familia francesa en Iquitos. Luego de unos años este tuvo que vender la propiedad a la familia judía “Israel” y esta al Ministerio de Guerra, es así como fue a parar en manos militares donde hasta hoy funciona la Región Militar Oriente; se sabe que al no existir una sede para su funcionamiento, el 27 de Junio de 1961 se autorizo al Comandante General de la 5ta División de Selva suscriba un contrato de compra y venta, convirtiéndose estos en los propietarios, desnaturalizándose de cierta forma el sentido de su belleza arquitectónica, al NO poder lucirse turística mente como es debido; al tenerse actualmente soldaditos de plomo apostados diariamente a su alrededor e impidiendo el ingreso a su interior.