Cantar no es una práctica de riesgo, pero si los miembros de este coro lo hicieran juntos podría ser letal.
Lo que los 12 británicos que lo integran tienen en común es una enfermedad genética crónica y hereditaria llamada fibrosis quística.
El gen que causa controla el movimiento de entrada y salida de agua y sal de las células del cuerpo.
Los pacientes que tienen esta enfermedad acumulan en los pulmones y también en la zona del páncreas, hígado e intestino, un moco espeso y pegajoso que deja a los órganos muy vulnerables a una infección.
La acumulación de moco les causa infecciones crónicas que reducen permanentemente su función pulmonar, hasta causar la muerte.
«El deterioro es inevitable, conlleva a la debilidad y eventualmente a la muerte«, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque la severidad de la condición depende de cuán afectados están los pulmones.
Uno de los aspectos que más llaman la atención sobre esta enfermedad es el riesgo de infecciones cruzadas entre los propios pacientes.