El fin del bochorno
En tiempos del caucho la imagen del oriundo amazónico anduvo por los suelos. Salvajes, caníbales, perezosos, eran expresiones normales para referirse a esas supuestas fieras que vivían en el bosque y las aguas. La denigrante imagen no era nueva ni original. Ni audaz. Era una burda copia que venía desde la colonia donde la mayoría de misioneros no se cansaron de pintar monstruosidades cometidas por los moradores ancestrales de la espesa selva. Uno de los más enconados en ese oficio fue aquel religioso que refirió, muy seguro de lo que decía, que los indios devoraban comidas asquerosas. En aras de demostrar la que decía mencionó un menú completo que incluía víboras, murciélagos, gusanos y todo lo que se moviera sobre la faz de la tierra.
De toda esa tendenciosa campaña nació, como una reencarnación de la canallada, la reciente palabra “piojosos” con que un programa televisivo chileno se refirió a los Bora. Ahí se acabó todo alboroto sobre un efectista reality show, sobre una supuesta supervivencia en una supuesta aldea primitiva de supuestos seres civilizados del país del sur que iban a ganar unos 50 mil dólares. La sociedad del espectáculo, ese mundo del divertimiento burdo y torpe que parece encandilar a una mayoría que prefiere reírse o no pensar, tocó fondo en su intento de utilizar cualquier cosa para obtener un buen puntaje.
La manipulación tiene un límite y ahora no se puede presentar a seres humanos como si fueran personajes exóticos, como si Tarzán de los monos estuviera suelto con sus saltos en la soga y sus agudos gritos. Y eso venía ocurriendo con los Bora en las emisiones filmadas a 15 minutos de la ciudad de Iquitos. Todo ese bochorno de ofensas a oriundos, de ordenar la salida apresurada de los visitantes de la televisión mapochina, se hubiera evitado si las autoridades peruanas hubieran intervenido antes, haciendo que los ingeniosos productores se olviden de los nativos selváticos y hagan ese burlesco experimento entre los refractarios mapuches que moran en la república chilena.
Sr. Renzo claro que precisamos difundir los encantos turísticos de nuestra región, pero no a ese precio de aceptar humillaciones gratuitas,maldosamente,nítidamente vertidas con la intencion de minimizarnos como peruanos, burlándose de la condicion de ser de nuestros indigenas.A ver si la tv peruana hiciera lo mismo con los mapuches chilenos??.Debemos promover el respeto entre nosotros mismos a efecto de elevar nuestra autoestima como peruanos y de esa manera exigir el respeto del mundo entero.La dignidad de nuestro pueblo no tiene precio.
El editorialista evidentemente está de acuerdo con la virtual expulsión que sufrieron los chilenos que trabajaban en el reality, porque otra persona desde Chile, no ellos, dijo algo que le pareció ofensivo contra los Boras. Dada su lógica, me imagino que estará de acuerdo con que cada vez que en Perú se insulta a Chile, como cuando el general Donayre dijo que los chilenos serían devueltos muertos en bolsa, se expulse a ciudadanos peruanos inocentes desde Chile y se les agreda e insulte en el Aeropuerto de Santiago. Tiene que estar de acuerdo, porque si no lo está, es un tremendo hipócrita doble estándar.
Claramente esta habiendo una exagerada reacción a comentarios vertidos en un programa de televisión farandulero del país vecino. Seguro estoy que nunca antes la comunidad Bora que recibió a la producción del tal reality show recibió ningun tipo de apoyo oficial ni extraoficial por parte de ninguna entidad o persona peruana. Estamos haciendo el verdadero papel del perro del hortelano.
Es bueno recordar que las frases fueron divulgados en un programa que nadie en Perú conoce, y sólo tuvieron su divulgación porque a alguien del equipo editorial de algun canal de Lima y periódicos, internet incluso, hicieron alaraca al respecto, como si intitucionalmente la sociedad chilena en peso expresara su desprecio mofandose de nuestros nativos. Pues bien, el equipo de producción chilena se vió olbigado a marcharse repentinamente temiendo algun tipo de represalia no por parte de los indigenas que los recibió de brazos abiertos, sino por parte del lado, digamos, civilizado de los peruanos.
Yo como Loretano y muy indigena no siento ningun tipo incomodo con esta situación , sólo me parece que la región amazónica, Loreto, Iquitos y alrededores salimos perdiendo por esta tal «polemica».
Por favor señores editores, no sigamos el circo que Lima armó, los grandes perdedores son los Boras que ahora nada tienen y se quedan querramos o no con la imagen de pueblo resentido y salvaje. Piensen sobre eso. Nada vendra de Lima, asi como nada nunca vino de Lima. Necesitamos urgentemente divulgar la Amazonia, la región casi nada produce, tenemos que apoyarnos en el turismo, ese turismo que la divulgación de pueblos como los Boras y cientos de otras etnias necesitan para poder sobrevivir. Aunque la divulgación sea hecha por chilenos. Esa es mi modesta opinión.
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