Alguna vez pude escuchar una frase que se quedó bien grabada en el hemisferio sur de mi masa encefálica: “el enemigo de un peruano no es un chileno, es otro peruano”.
Del mismo modo, estoy seguro que el enemigo de un loretano no es un ecuatoriano, o alguien de la triple frontera; es sencillamente otro loretano. Esto me apena y apena mucho a los que, quizás, gozamos del éxito de otros, pero gozamos con sinceridad, pues el gozo genera alegría y la alegría motivación.
En estos últimos días con el estreno de “Asu Mare” y su campaña marketera para posicionarse como mejor película comercial del cine peruano ha sido con furia, desde entrevistas en dominicales hasta spots televisivos muy creativos que hacen mención a figuras internacionales, agradables a la vista.
Hay que aplaudir el cine peruano, porque somos de Perú y de lo bueno que aquí pase tenemos que inflar el pecho. Yo inflo, gozo y alegro, genero motivación y alejo la frustración.
Dorian Fernández, exitoso director de cine loretano y orgullo para su gente, para su tierra, también está en etapa de marketeo para el próximo estreno de la película Desaparecer, que sin duda alguna será su mejor chamba hasta el momento (opinión particular). He seguido muy de cerca su carrera, en la mayoría de sus proyectos he sido participe desde la producción y no por ello estoy obligado a darle crédito a su chamba.
Lo que pasa es simple, días atrás alguien hizo referencia (no recuerdo quien) a sus películas, lo catalogaron como pobre, como pobres esfuerzos de intentar hacer cine. Hacer cine es tener huevos porque lo que se requiere es mucho esfuerzo para sacar un producto bueno.
Como ciudad, como región y como país no avanzaremos mientras vivamos en medio de la mediocridad, de la envidia, la “mala leche”. El desear mal a alguien por solo ver que le va bien genera energía negativa para uno mismo, aprendamos a disfrutar de lo que tenemos y de lo que otros tienen.
Mucha mezquindad, mucho acaparamiento. Estos malos hábitos están en todas partes. Sin ir muy lejos, desde quienes nos gobiernan se ve el figuretismo a todo dar, usando el dolor como medio para hacerse del héroe de película (querida autoridad, eso está bien para un artista de Hollywood, porque le queda; lamentablemente a usted no).
Aprendamos (me incluyo), de los errores se aprende. Si no nos animamos a intentar algo y fallar no lograremos nada, porque el fallar hace que mejoremos la técnica hasta lograr el objetivo propuesto. Mucha buena vibra a los que leen esto. Es hora de generar pensamientos positivos y tener más amigos que enemigos.