Como todo habitante de la “Isla Bonita” cuando vamos al centro de la ciudad, o cuando estamos en el río Itaya y miramos hacia la ciudad vemos que sobresale la silueta del edificio más alto de Iquitos. Hagamos un poco de memoria y vayamos a la época en que se encontraba en construcción; la misma data de hace casi 50 años y todos fuimos testigos emocionados de nuestro primer edificio de 10 pisos, nadie presagió que terminaría vacío, lleno de polvo y en el olvido. La obra se inició allá por el año 1969, y comenzó dando forma a lo que sería un lujoso hotel de cinco estrellas que hasta nombre tenía , «Hotel Río Amazonas», y que de manera privilegiada tendría una espectacular vista al majestuoso río; sucede, como en la mayoría de obras que se hacen en esta ciudad, que tuvo que ser abandonada en plena obra producto de la improvisación que hasta ahora predomina, así que, como era de esperarse al no realizar los estudios de suelos adecuados y estando en la fase final de la construcción estructural, los trabajos se tuvieron que detener. Mi recuerdo más antiguo de este mastodonte es la pregunta que le hice a mi padre al ver una construcción gigante, Papá ¿Qué es ese edificio? Señalando hacia arriba. “Es un elefante blanco”, contestó. Yo tenía unos 8 años y ese día, frente a este horrible edificio, aprendí sobre despilfarro, gastos desproporcionados y elefantes blancos construidos en épocas de bonanza petrolera militar.
Cuando los inversionistas privados vieron en riesgo su capital, tal como muchas cosas suceden en este país, ESSALUD con el dinero de los asegurados que a duras penas pugnan por sus medicinas terminó comprando este «Elefante Blanco», que es mudo testigo de la improvisación, irresponsabilidad y corrupción que castiga al Perú. ESSALUD es una de las empresas de salud pública más poderosas del país, pero al mismo tiempo una de las más deficientes. Este edificio de ESSALUD está a pocos metros de la plaza de Armas en la calle Raimondi, abandonado a medio acabar, por su altura y su expresión arquitectónica rompe la armonía y el carácter del centro histórico de la ciudad. Estoy casi seguro que los reglamentos para las zonas monumentales ya existían, pero para variar no se respetaron las normas y leyes…Conocemos el triste final de una «chambonada» como se dice en nuestra tierra! No hay duda que una sociedad que no respeta sus propios ordenamientos termina sin orden alguno! es decir en el caos de antesala a la barbarie este «Mamocreto» impide la apreciación del patrimonio monumental, y muy por el contrario provoca el caos formal y estilístico de la zona monumental de la «Isla Bonita».
En un primer momento ESSALUD dijo que cuando venda este edificio, construiría un hospital de alto nivel, la pregunta es… cómo vender ese edificio que hacía años que defensa civil lo había declarado inhabitable por deficiencias en su construcción y tener una inclinación bastante notoria, la cual con el tiempo podría colapsar. Esta institución que administraba el edificio quiso convertirlo por algunos meses en el principal hospital de la ciudad pero las constantes sacudidas obligaron al personal y pacientes retirarse de ahí. Posteriormente, por investigaciones de “Defensa Civil” se dió con la sorpresa de que los estudios de suelo no se elaboraron correctamente dando como resultado que aquel edificio estuviera en constante movimiento y corra el peligro de derrumbarse, a pesar de esto el proceso de demolición quedó estancado y en la actualidad está prohibido el uso de su espacio a pesar de que una cadena hotelera se había interesado en comprarlo debido a la estratégica posición en que se encuentra ubicado.
Nadie va a negar que la institución más eficiente del país, en cuanto a cobrar, es la Sunat. Sin embargo, la Sunat no es tan buena pagadora; ya que le debe a EsSalud, dinero que ya cobró. Más de 400 millones de Instituciones públicas, y se habla que sumado a la deuda de empresas privadas esta bordea los 1,300 millones de dólares. Ahora entendemos cómo EsSalud puede adquirir estos elefantes blancos, así como el de la Av. Arenales en la ciudad de Lima que también dejaron en construcción, este edificio en particular da mal aspecto, su vereda se ha convertido en urinario público, a veces hasta se meten personas de mal vivir ahí, hace algún tiempo daban acceso al público para que se tomen fotos panorámicas. Tal parece que a Essalud le parece que el mastodonte funge de “adorno» para nuestra ciudad. En nuestras memorias este edificio quedará como un «Monumento a la Corrupción de ESSALUD» un despilfarro y robo descarado a los pobres asegurados. Pero por el bien de la ciudad deberíamos saber de una buena vez si es que realmente ese edificio tiene problemas de cimentación y/o fallas estructurales «insubsanables». Sería recomendable que se encargue un peritaje serio al CIP, para no estar haciendo conjeturas y solicitar su demolición de una buena vez.
Un hecho curioso, es que en este edificio se filmó la película el “Ultimo Piso”. Un drama íntegramente producido y realizado en Iquitos, narra las historias de tres personajes que confluyen en 12 horas en el edificio más alto de la ciudad, en un día decisivo para la vida de sus personajes. Su realizador fue Dorian Fernández Morris quien fue además responsable de la dirección; la idea de filmar esta cinta se debió porque siempre se creyó que en el edifico más alto de Iquitos y que está abandonado habitaba un fantasma, un alma en pena, pero resulta que “el fantasma” termina siendo de carne y hueso, un anciano que en el ocaso de su vida decide vivir en el último piso. Durante el film vamos descubriendo quién es este personaje, su vida, sus sueños truncos y vamos descubriendo también cuál es su relación con el edificio, así mismo se va desarrollando la historia de “la Poeta” y el “Vigilante” del edificio. Tres personajes cuyas vidas se juntan en un momento determinado descubriendo así una verdad decisiva para todos. Esta película fue ganadora como mejor obra en el festival de cine peruano y así mismo se grabó el vídeo clip «mundo raro» de la banda Trance para el cortometraje “Chullachaqui» (2007). Sin duda varios artistas y deportistas le han dado alguna utilidad, muchos somos los iquiteños que desde niños fantaseamos con la idea de su interior.
Actualmente, en sus primeros pisos solo vive el personal de vigilancia, los otros son utilizados como corredores turísticos hechos por los mismos vigilantes a pesar de estar totalmente restringido el ingreso de civiles, en su totalidad es un peligro latente ya que los 10 pisos son inestables. Pero en este edificio abandonado hace poco más de 4 décadas alberga en su interior instrumentos quirúrgicos y archivos de logística humedecidos por la lluvia y el paso del tiempo…todo convertido en chatarra, gracias a la siempre «Eficiente» Institución ESSALUD Claro… Bueno; podríamos agregar que también sirve como mito urbano ya que por noches algún abuelo cuenta divertido a sus nietos como historia de terror que en su interior vive alguien que misteriosamente nunca da la cara y de quien solo se escuchan rumores o ruidos que se reparten a través del tiempo. Corroboran esta historia los vigilantes o técnicos que suben de tanto en tanto a revisar las variadas antenas comunicativas que se ubican en lo alto del edificio donde se pueden escuchar nítidamente el aleteo de las golondrinas de estación y las campanadas de la Iglesia Matriz. Quizá y sólo quizá los abuelos tengan algo de razón ya que los huachimanes dicen que en la oscuridad, acompañados solo por su linterna, radio y un cigarrillo, sienten presencias, descubren ruidos extraños y objetos que se mueven o se caen sin explicación¡¡¡…se animan???…Mientras como dice la canción la corrupción juega ajedrez… en EsSalud no hay cama para tanta gente.