En la campaña para la segunda vuelta Keiko Sofía Fujimori Higuchi y sus tíos ladrones, su marido nada creíble y su hermano ambicioso ofrecieron de una vez conectar el aislado territorio de la Amazonía del Perú. Para ello hicieron una demostración pública de vuelo en un velocípedo de la edad media marca Onda o Subaru. La ceremonia de lanzamiento fue en la plaza 28 de Julio y toda la patota se lanzó al vacío y se perdió en la ciénaga de frente a Iquitos. Luego de la demostración la delegación se fue a votar en el local de la García Sáenz y votó a mano alzada para que no quedara duda de lo que se venía para el pobre Perú de miércoles y todos los días de la semana.
El otro candidato, el candidato del gas licuado, arrepentido de sus entreguismos, cansado de sí mismo, harto de cualquier contienda, decidió votar en Iquitos Isla. Arribó a aquel lugar temprano por la mañana, cargando un balón de gas como alguna vez hizo el imbécil de Fernando Meléndez y entre ambos votaron por la lista de PPKausa. Luego ambos, más el nuevo congresista que pondrá más agua potable para los gallardos habitantes de Iquitos, se fueron a almorzar en un restaurante de la calle Cahuide donde comieron, bebieron y quedaron debiendo hasta el día de hoy. Luego el gran Pedro Pablo Kuczynski partió en vuelo directo hacia Moscú donde se realizaba una conferencia del inefable Banco Mundial.
Desde entonces el pobre país peruano pasó a formar parte de las acciones negociables de dicha institución, mientras PPKuy buscaba nacionalizarse chileno o cualquier cosa. Pero de pronto apareció una horda dispuesta a cobrarle la revancha por haber sido tan canalla con un país que le acogió desde niño.