*LA IGLESIA NO DEBE ENCUBRIR, SINO CORREGIR, DICE
A raíz de las denuncias contra el exarzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, acusado de abuso sexual en 1983, resurgen reflexiones sobre el rol de la Iglesia en casos de abuso. Miguel Ángel Cadenas, obispo de Iquitos, en una entrevista pasada, destacó que los delitos dentro de la institución no deben ser encubiertos, sino corregidos de manera transparente.
En aquella ocasión, Cadenas abordó un caso local en el que un sacerdote centroamericano fue enviado de regreso a su país por conducta inapropiada, enfatizando que los delitos deben ser tratados por las autoridades judiciales. Además, manifestó que no se trata solo de reconocer errores, sino de tomar acciones concretas para proteger a la comunidad.
La relación entre estos esfuerzos y las denuncias históricas como las de Cipriani revelan la urgencia de abordar la problemática con mayor firmeza.
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