Veía una serie policial en la cual una mujer con su hijo y marido, tranquilamente sentados cerca de un lago, pasaban el día. Un paisaje de la naturaleza que tanto gusta a los urbanitas, idílico y con apenas nubarrones. A la postal armoniosa del lago irrumpe un grupo de amigos, llegan a la misma playa para pasar el rato y divertirse. La novia de uno de ellos le tiene una sorpresa y le pone una música (música ratonera diría mi suegra) de años atrás. La mujer que estaba con su marido e hijo pelaba una manzana. Al escuchar la música abruptamente se levanta y apuñala al joven hasta matarlo. Un detective del condado husmea el caso y no cree que haya sido solo un efecto reflejo de la mujer. Hay mar de fondo, dijo su instinto. Que hay mucho más que lo desentrañará a lo largo de la serie de siete u ocho capítulos. Entre las aficiones del detective estaba la botánica, se conocía los árboles del lugar por su nombre técnico y coloquial. Hasta ahí el guión de la película. De las películas policiales que veo casi todas penetran en la vida de los detectives que llevan el caso, antes su vida era blindada, se descubrían poco. Eran los héroes que buscaban a los malhechores a través de un seguimiento minucioso de las pistas y pruebas. Por estos días uno puede ingresar más a la vida de los detectives que llevan una investigación criminal como que son malos padres o pésimos maridos. Así tenemos que este detective, separado de su mujer, goza sexualmente con juegos sadomasoquistas con su amante. Esta voluptuosa mujer le aprieta las uñas de las manos y ese dolor le produce placer. O juega con la respiración mientras está en el asunto. El policía era un detective bueno en su trabajo, su características era huronear las pistas hasta el final. Pero en la vida privada daba rienda suelta a su sensualidad ¿podemos juzgarlo por eso? Son dos mundos el de la vida privada y el de la pública como detective que viven juntas pero que no se mezclan como el encuentro de aguas en la floresta: las aguas claras no se mezclan con las oscuras. Es la vida en estos tiempos.
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