CURÁNDOSE EN SALUD
Javier Vásquez
La palabra cáncer proviene de una raíz griega y sánscrita que significa cangrejo (la ciencia que estudia los crustáceos se llama Carcinología). Hipócrates y Galeno ya usaban esta palabra para llamar a este grupo de enfermedades que seguimos llamando cáncer.
El cáncer de mama es el segundo cáncer de origen ginecológico, después del cáncer de cuello uterino, que causa más muertes en el Perú. Es una proliferación maligna de las células epiteliales que revisten los conductos o lobulillos mamarios. Existen factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad, a saber: primera menstruación a muy temprana edad (antes de los 10 años), no haberse embarazado nunca o primera gestación después de los 35 años y, entre muchos otros, tener antecedente familiar de cáncer de mama.
Para detectar el cáncer de mama existen varias pruebas como la ecografía, la mamografía, resonancia magnética, pero el diagnóstico definitivo lo da la biopsia y el estudio anátomo patológico del tumor. Contra lo que muchos creemos no es un tumor exclusivo de las mujeres, menos del 1% de casos se presentan en los varones.
El principal motivo de consulta por causas mamarias es la presencia de un tumor que en más del 90 a 95% corresponden a fibroadenomas, lesiones benignas que se caracterizan por ser bien delimitadas, muy móviles, muchas veces dolorosas, mientras que las lesiones malignas son únicas, adheridas al músculo del tórax, no muy móviles y pocas veces dolorosas. Una de las cosas que preocupa mucho a las mujeres es el dolor de las mamas o mastodinia, que también se asocian a cambios hormonales que son parte de la tensión premenstrual.
Lo que hay que remarcar es que el cáncer de mama precoz no da síntomas, por ello la importancia de los controles médicos periódicos. El examen de mama lo realiza el médico con la paciente sentada y luego acostada, busca retracciones, diferencia de tamaños, inflamaciones y secreciones del pezón, se exploran también las zonas axilares y supraclaviculares. De acuerdo a lo que encuentra solicitará el examen correspondiente.
La mamografía es el mejor método para diagnosticar lesiones tempranas aunque tienen un 10% de falsos positivos. Se la recomienda anualmente para mujeres asintomáticas mayores de 40 años. En mujeres más jóvenes las mamas son más densas lo que disminuye la sensibilidad de este examen. En este tipo de pacientes es útil la ecografía y permite diferenciar tumores sólidos de quísticos.
El tratamiento es la cirugía que va desde una tumorectomía simple hasta una mastectomía radical y se complementa con quimioterapia y radioterapia. La supervivencia de la paciente a los 5 años llega al 60%.
En Iquitos hay instituciones privadas y públicas que brindan estos exámenes, no son caros y, en su defecto, pueden ser cubiertos por EsSalud y el SIS. Lo primero que se debe hacer es la visita preventiva al médico y se debe realizar periódicamente. Los seguros cubren este tipo de chequeo anualmente. En ese año de intervalo la mujer se debe realizar el auto examen de mama que es un método sencillo para detectar algunos tumores por parte de la paciente. El médico le indicará la ecografía o mamografía, de acuerdo a las circunstancias antes descritas y de acuerdo a los resultados procederá.
Como en toda la larga cadena de prevención de algunas enfermedades la responsabilidad es primero de cada uno de nosotros: acudiendo a nuestro control anual, haciéndonos el autoexamen de mamá y el papel de la pareja es exigir a la mujer a no descuidarse en ello, acompañarla a todos sus exámenes, involucrarse; ello brinda una fuerza invalorable a ella para cuidarse.