Percy Vílchez Vela
En medio de la campaña política, conformada por caminatas, paseos, mitines, paradas, campañas cívicas, regalo de desayunos o almuerzos, ataques entre los unos y los otros, apareció de improviso un hombre algo gordo, de baja estatura, de trejo aspecto, que se dedicaba a bailar hasta más no poder. El bailarín iba con cualquier candidato y de pronto, cuando menos se esperaba, se salía con su baile que dejaba boquiabiertos a los espectadores, porque el extraño bailaba muy bien, haciendo los pasos debidos, moviendo el esqueleto con precisión y siguiendo el ritmo de las canciones que ponía en una computadora que le acompañaba siempre. La campaña ya no fue igual en ese entonces porque el bailarín le dio otro tono y otro sabor.
Muy pronto los diarios de todo el mundo enviaron a sus corresponsales para entrevistar al bailarín. Allí se supo que se trataba del astro del fútbol, el gran Diego Maradona. Nadie sabía que quería en Iquitos, bailando desenfrenadamente. No hacia propaganda por ningún candidato, no vestía las telas de alguna agrupación, no cantaba como gallo, ni maullaba como gato, no ladraba como perro o cachorro, ni usaba su zarpa como otorongo. Es decir, era solamente un bailarin que bailaba hasta las últimas consecuencias. Y no hacía campaña por determinado candidato, no pedía que votaron por este o por el otro. Solo bailaba con frenesí.
El día de la votación, Maradona, vestido como futbolista profesional y provisto de una pelota reglamentaria, se dedicó a bailar a lo grande en las plazas y plazuelas de Iquitos. Luego concurrió a votar a la hora del cierre y su voto fue en blanco. Es decir, ninguno de los candidatos convencía al astro argentino que después desapareció de Iquitos. Hasta ahora nadie sabe qué hacía Diego Maradona en la isla caótica. ¿Quería burlarse de los candidatos iquitenses y loretanos? ¿Buscaba ¡con su baile burlarse de los votantes? ¿Anhelaba que algún candidato le pagara para promocionar su nombre como hizo con el señor Maduro en Venezuela? ¿Quería simplemente divertirse en tiempo de elecciones?