Un pintor amazónico que transmite sus enseñanzas a niños de la Isla Iquitos
EL ARTE DE DURÍN
Escribe: Randy Wagner Ríos Gutiérrez
randyriosg@gmail.com
Tenemos artistas amazónicos que hacen que nuestra riqueza cultural predomine y se trasmita de generación en generación. este es el caso de Duber Rengifo Trigoso, más conocido como “Durín”, un artista plástico de 42 años que decidió alejarse un poco del estrés de la ciudad y construir una maloca que funciona como su galería, donde exhibe sus valiosos cuadros e imparte sus enseñanzas a pequeños alumnos. La galería está situada en la isla Iquitos, a tan solo cinco minutos de la ciudad.
“Durín” enseña gratuitamente a aquellos niños que quieran aprender a pintar, gana desde 300 soles hasta cuatro mil soles por cuadro e invierte parte de su dinero en la compra de materiales para distribuirlo entre sus alumnos. Sin duda alguna, un verdadero artista con ganas de dejar un legado cultural en la amazonía.
¿Cuándo empezó su pasión por el arte de pintar?
Yo empecé a pintar desde muy niño, siempre me fascinó este arte que lo fui desarrollando, aprendiendo a medida que fui creciendo, ya en 1992 me recibo como artista plástico y comienzo con mi carrera profesional.
¿De quién lo aprendió?
Yo aprendí de mi padre, siempre lo veía pintando en casa y eso me gustaba mucho, creo que desde ahí empezó a llamarme la atención y mi papá supo inculcarme ese amor al arte.
¿Qué busca en sus pinturas?
Yo dibujo y pinto lo que me nace en el momento, solo busco reflejar lo que se me ocurre u observo en un determinado momento; no todo lo que pinto me llega a agradar, como también hay cuadros que me enamoro tanto de ellos que no quiero venderlos y los tengo en mi casa y en la casa de mi papá, son cuadros que no los vendería por nada del mundo porque tienen un gran valor sentimental.
¿Desde cuándo funciona su galería?
Mi galería lo construí el año pasado y lo inauguré el 5 de enero de este año, justamente para el aniversario de Iquitos, desde ese día lo tengo abierto al público, la entrada es libre y el que desea puede comprar los cuadros que hago.
¿En que invierte lo que gana con sus cuadros?
Parte de la venta de mis cuadros lo utilizo con los muchachos que vienen todos los domingos a aprender a pintar conmigo, yo no les cobro absolutamente nada, invierto en materiales para ellos, para que así se sientan motivados a desarrollar su lado artístico y no se sientan limitados por el factor económico, todos los muchachos son de acá de la isla.
¿Por qué escogió esta isla para construir su maloca?
Antes tuve una maloca como esta en el caserío Nuevo Campeón por el río Itaya, pero decidí salir de ahí porque cada vez se iba poblando más y no me gustaba eso, escogí este punto porque es más alejado de la ciudad.
¿Qué le motivó a enseñar su arte a los niños de la isla?
Cuando llegué a la isla y vi que los niños estaban perdiendo su tiempo sin hacer nada, me desesperé y decidí enseñarles a pintar, eso me motivó bastante porque vi que los muchachos tienen ese deseo de aprender y eso hay que aprovechar.
¿Hay diferencias entre trabajar en la ciudad y en la isla?
Definitivamente hay una gran diferencia, es mucho mejor trabajar con la tranquilidad de la selva, pero eso depende de cada pintor, porque hay algunos que prefieren hacerlo en un cuarto cerrado, yo prefiero hacerlo al aire libre, con tantos recursos que se pueden aprovechar, eso inspira mejor.
¿Cree que la juventud está interesada en aprender a pintar?
Creo que la atención de la juventud se está desviando por otro lado, yo enseñé durante 12 años en la Escuela de Bellas Artes y no vi que los docentes enseñen realmente lo que saben, entonces los jóvenes por falta de una verdadera enseñanza dejan de estudiar en la escuela y distraen su atención en fiestas y borracheras, los mismos profesores de arte en los colegios no imparten debidamente sus enseñanzas, a la juventud ya no se le incentiva al arte, se desvían en fiestas ni deporte practican, tenemos que impartirles una buena enseñanza para que se quede en sus mentes y ellos puedan seguir con esto.
