El abuso de la cifra repartidora
En este país no sólo los peloteros andan hasta el perno, no sólo eventuales lectores no entienden lo que leen, no sólo los ladrones roban en Semana Santa en vez de meditar sobre la vida eterna, no sólo ciertas gentes se jaranean desde el jueves hasta el domingo y otras perlas. Sucede que en las ciencias matemáticas andamos perdidos. No nos referimos al último lugar a nivel continental. Estamos escribiendo sobre los enigmas, las distorsiones y los bochornos de la cifra repartidora electoral. De acuerdo a su veredicto inapelable dos más dos no es cuatro, tres por cuatro nunca es doce, diez por diez jamás es cien. El cero puede estar a la izquierda o a la derecha y no pasaría nada.
Estos y otros disparates podríamos ensartar cómodamente después de conocer los resultados oficiales de las elecciones recientes, donde la suma elemental, la adición simple, pierde los estribos, se loquea. De otra forma no nos explicamos cómo un candidato con menos votación que otro gane su escaño. Así, uno que tiene digamos seis votos se hace congresal dejando de lado a otro que tiene veinte votos. No sabemos qué aritmética es esa, qué cifra que reparte anda por allí. Tampoco hemos encontrado a alguien que sepa explicarnos como sería una tabla de multiplicar con esas cifras alteradas.
En realidad, la célebre y nunca bien explicada cifra repartidora es un abuso. Del centralismo de siempre que hace valer una votación a nivel nacional para incidir en la elección de los representantes a nivel local. El partido capitalino decide desde lejos echando por la borda la voluntad popular del país interior. Se debe derogar en el término de la distancia semejante atentado a la suma primaria. Caso contrario la votación local seguirá siendo burlada hasta el fin de los tiempos.
Estoy de acuerdo. Esto de la cifra repartidora debe desaparecer. Es injusto y discriminatorio.
Hay muchas cosas como esto que deben cambiar. Es urgente el cambio.
Felizmente, hay pocos que no quieren cambiar nada para que nada cambie.
La moyoria de peruanos queremos un verdadero cambio y eso se debe dar este 5 de junio.
Apostemos por el cambio!
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