Nota de redacción:
Mientras nosotros en Loreto seguimos asistiendo casi con pasividad a una serie de acciones que atentan contra nuestros bosques, ya para actividades agroforestales, o para actividades extractivas como el petróleo. En otros países del mundo se toman medidas concretas y firmes para ponerle freno a la deforestación, como es el caso de Noruega una nación enclavada en la zona nórdica de Europa, que está invirtiendo millones de dólares para ayudar a países como el nuestro en el cuidado de los bosques. Ahora que tenemos un nuevo gobierno en el Perú, el presidente Pedro Pablo Kuczynski ha mostrado un real interés y preocupación por la amazonia peruana, se espera que esto se refleje en medidas efectivas para controlar la actividad extractiva sin ningún criterio de responsabilidad y desarrollo sostenible. Los datos de países vecinos pueden servir para tomar conciencia de lo que se pone en riesgo.
Los países nórdicos son, en muchos ámbitos, un modelo a seguir para muchos ciudadanos. Su sistema educativo, los sueldos, la gran implicación de sus estados en el bienestar social, su equitativo sistema de impuestos, su sistema sanitario, el bajo desempleo o los altos índices de felicidad son motivo de admiración para muchos. Ahora, además, han decidido liderar la lucha para salvar el planeta.
En esta guerra contra la amenaza humana sobre el medio ambiente, Noruega ha dado un paso muy importante. A finales del pasado mayo, el país se convirtió en el primero en comprometerse para acabar con la deforestación, tal y como lo anunció en un comunicado la agencia Climate Action de las Naciones Unidas.
Con esta decisión, la nación se compromete a evitar y prohibir, a través de las políticas de contratación pública, cualquier producto de su cadena de suministro que contribuya a la tala de árboles.
Los datos son demoledores. Según cifras recabadas por Climate Action, la producción de aceite de palma, de soja, de carne de vacuno y la maderera en siete países con altas tasas de deforestación (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay, Indonesia, Malasia y Papua Nueva Guinea) contribuyó al 40% de la tala de bosques tropicales y al 44% de las emisiones de carbono asociadas entre 2000 y 2011.
Este paso no es el primero dado por Noruega para luchar contra la deforestación. Ya en 2008, el país dio mil millones de dólares a Brasil para combatir esta lacra. Gracias en parte a esta donación, el país sudamericano logró en 2015 reducir la deforestación en un 75%. Se salvaron más de 8 millones y medio de hectáreas de la selva amazónica y se evitó la emisión de 3,2 millones de toneladas de CO2.
Otros países deberían seguir el liderazgo de Noruega y adoptar compromisos similares de deforestación cero.
En esta guerra contra la amenaza humana sobre el medio ambiente, Noruega ha dado un paso muy importante. A finales del pasado mayo, el país se convirtió en el primero en comprometerse para acabar con la deforestación.
Ya en 2008, el país de Noruega dio mil millones de dólares a Brasil para combatir esta lacra. Gracias en parte a esta donación, el país sudamericano logró en 2015 reducir la deforestación en un 75%. Se salvaron más de 8 millones y medio de hectáreas de la selva amazónica y se evitó la emisión de 3,2 millones de toneladas de CO2.