De nuevo a acomodarse
En el curso de los días que se vienen ya no se escucharán más a los candidatos, esa curiosa raza que buscaba el poder y que definió su destino este tres de octubre. Entonces será un alivio no ser agredidos por los perifoneos cargosos, las promesas descabelladas, los discursos encendidos pero irrealizables. En el silencio de la campaña electoral que se fue, lejos de tanto afiche pegado en las paredes, de tantas pintas, de tantos volantes dispersos, la vida del votante continuará casi como siempre: en el desengaño de los políticos. La tendencia natural que desde hace tanto tiempo no varía, pese a los esfuerzos de algunas personas por hacer de la política un ejercicio digno. Bajo el imperio de esa herencia nefasta tendrán que gobernar los que ayer ganaron, aunque ese triunfo que la boca de urna estableció tendrá que ser confirmado por los datos oficiales del organismo electoral. de acuerdo a la encuesta a boca de urna.
Ya terminó el proceso y ahora a acomodarse. Porque las autoridades que fueron (re) elegidas tendrán que comprender de una buena vez que una vez instaladas en los puestos que el pueblo los colocó deben empezar a trabajar inmediatamente en un proyecto conjunto que beneficie a los pobladores. No es posible enfrentar el problema de los motocarristas aisladamente sino en coordinación con todos los que de alguna forma están involucrados en el tema. Desde los propios motocarristas hasta la autoridad regional.
Y así debe ser en todos los sectores porque la unidad no sólo dará un respaldo a las decisiones sino que mostrará ante la comunidad que ya no es tiempo de andarse insultando entre autoridades porque eso no conduce a buen puerto. A pesar que los resultados oficiales aún no se conoce sería bueno que quienes tienen la primera opción comiencen a trabajar en esa dirección.