Editorial – Junio 30

Denuncia necesaria

Las tragedias entre nosotros se suelen olvidar después del alboroto informativo, del bullicio de las víctimas, de los golpes de pecho de las autoridades, de las protestas de los unos y los otros. Luego solo queda la memoria de los hechos lamentables. Más tarde apenas el recuerdo borroso de lo ocurrido. Al parecer, con el reciente derramamiento de petróleo en el río Marañón, las cosas serán diferentes. El congresista  Víctor Isla, ante la Fiscalía de la Nación, presentará hoy lunes una denuncia contra los autores de los recientes desmanes del derramamiento de petróleo en el río Marañón. La denuncia incluirá dos cosas esenciales: primero, contra el atentado a la ecología; y segundo, contra el atentado al derecho común de las gentes afectadas por la tragedia.

Es decir, los que sufren ahora por no poder tomar agua como antes, ni pescar como siempre y pueden contagiarse de alguna dolencia. La denuncia nos parece importante porque es un hecho inédito entre nosotros. No tenemos noticias de que incidentes de esa índole hayan pasado de los límites de la región o hayan visitado las oficinas de una importante entidad nacional. La denuncia, también,  nos parece importante  porque pone en el campo de la justicia un  verdadero atentado contra la vida de pobladores de zonas alejadas, contra compatriotas  que no tienen cómo defenderse. Las víctimas de siempre. Los que siempre pierden en este país terriblemente excluyente.

La denuncia anunciada por el congresista Víctor Isla puede convertirse en un buen antecedente para que las cosas no se olviden tan fácilmente y para que las víctimas sean reivindicadas. Entonces, algo optimistas, esperamos que prospere la denuncia y que no ganen el poderoso interés de don dinero y sus servidores.  Esperamos que no haya, como tantas otras veces, llamadas secretas, acuerdos entre las sombras, retrasos sospechosos, leguleyadas insoportables. En nombre de las víctimas del presente, esperamos que la justicia sea justa.