Lucha indígena
Se comete un gravísimo error si se concluye que el problema indígena se circunscribe al intento de expulsión del religioso Paul Mc Auley. Y ese error no sólo proviene del gobierno sino de aquellos que dicen defender las causas indígenas. Por eso es más preocupante porque nada más falso y dañino para la causa de los indígenas que percibir la defensa de sus derechos como una cuestión personalizada en el religioso irlandés. Está bien que Mc Auley sea reconocido como un hombre que desde diferentes trincheras ha defendido –con moderación y eso está bien- a los indígenas. Pero de ahí a entregarle un apoyo incondicional como se ha sugerido a través de las redes sociales existe un tufillo de sujeción contrario a todo tipo de reivindicación.
Hoy la lucha indígena exige que se forje un sistema unitario que, sin dejar de lado los liderazgos, priorice los temas importantes que la coyuntura muchas veces minimiza. Si algo de bueno podemos sacar de los derrames petroleros recientes y de las acciones erróneas del gobierno central no es focalizar las acciones de solución hacia personajes que siendo reconocidos como luchadores no son los llamados a convertirse en líderes de una causa ancestral. Y se debe distinguir con claridad a aquellos personajes que desde el interior de las organizaciones indígenas sólo tienen intenciones de aprovecharse de los hermanos. Por ejemplo, desde cualquier trinchera se tendrá que rechazar la actitud oportunista de una agrupación política que participa en las elecciones de octubre y que sin ningún escrúpulo apareció con banderitas anaranjadas frente al Palacio de Justicia con la intención de mostrarse como defensora de una causa que en realidad no es la suya. Unidad sí, pero oportunismo no.
Esta semana será importante para mirar con esperanza la lucha indígena. Porque hoy llegan desde diversas comunidades del río Marañón por lo menos 60 apus que exigirán tanto a la empresa petrolera Pluspetrol como a los organismos estatales que se cumpla con proteger el medio ambiente. Y ese cumplimiento pasa por conocer a quiénes reclamar y con quiénes hacerlo.
Me parece alentador la posicion suya amigo editor. Como dice un dicho «a rio revuelto ganacia de pescadores». Esto lo conocen y lo manejan muy bien aquellas agrupaciones totalmente devaluadas del quehacer politico. Pero como usted mismo podrá darse cuenta, la poblacion cada dia está mas conciente de su realidad, ya están pasando los tiempos en que la lluvia de ofertas electorales mediá la posibilidad de ganar en una eleccion. Y de estas agrupaciones tenemos pues a los fujimontesinistas, apristas, humalistas y otros oportunistas. Los verdaderos luchadores de la defensa de la amazonia son sus propios moradores, aquellos por cientos de años la cuidaron, la protegieron porque simplemente es el unico medio de subsistencia y el de sus fururas generaciones. Basta de jugarretas politicas que lo unico que buscan es el beneficio de unos cuantos sinverguenzas. Sigan así amigos de Pro y Contra.
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