ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel

Dicen que la belleza es subjetiva. Y hasta relativa. Porque como está de moda relativizar todo, que se haga con la belleza no debe llamar la atención. Pero sirvan dos casos –donde se involucra a dos mujeres nacidas en Loreto- para dar cuenta no solo de belleza sino de mediatismo en estos tiempos de globalización.

El mes pasado la simpática Claudia Portocarrero –nacida en un barrio humilde de la ciudad de Iquitos- fue portada de la revista SOHO-Perú. Se la hizo un amplio reportaje fotográfico donde –para mi desilusión- se notaba el bisturí nada estético de un cirujano que no hizo bien su trabajo. Todos los peruanos –especialmente los que radicamos en Lima- nos dimos cuenta de la portada y apreciamos la belleza natural de la modelo y, también, la belleza de la naturaleza amazónica. Entre hojas y agua la señorita Portocarrero nos puso en los ojos de los peruanos, por si fuera necesario. En cada una de las fotografías y en cada una de sus sensuales poses Claudia nos daba un guiño atrevido que sus juveniles años le permiten. Fuera de subjetivismos la señorita Portocarrero debe ser una de las mujeres más tiernas y sensuales de la actualidad. Pero su aparición en esta revista no concitó la atención de otros medios. Ni peruanos, ni loretanos, ni extranjeros.

La señora Judith Bustos –conocida por todos como “La Tigresa del Oriente- ha nacido en un pueblo ribereño por el distrito de Fernando Lores en la provincia de Maynas en Loreto. Su aparición en la portada de la revista SOHO-Colombia ha provocado más de un comentario. De los buenos y los malos. A sus 70 otoñales años no ha tenido reparos en posar como la Amazonía le vio por primera vez: desnuda. Ella lo ha explicado de la forma más espontánea y sincera: «Tomé la decisión porque soy una mujer versátil, que se cuida y puede lucir un cuerpo delgado y esbelto, todavía puedo mostrar y hacer desnudos. Gracias a la tecnología se puede retocar y mejorar lo que no nos gusta de nuestra anatomía. Soy una mujer de armas tomar». No contenta con explicar la razón de su desnudo, nuestra tigresa confesó: “Desde hace casi cuatro meses mantengo un romance con una persona de 25 años de edad”.

En los últimos días de la semana estuve por lo menos en dos ciudades de la Región Loreto, llamadas incluso principales. En ninguna de ellas se ha dado la cobertura que tanto Claudia Portocarrero como Judith Bustos merecieron en otras ciudades y otros medios. Aún no sé si es por la concepción de la belleza que tienen varios colegas o porque, también en las mujeres, se puede decir que nadie es profeta en su tierra.