Dietario de un friqui [dos]
En esos escapes y saltos de un canal a otro mirando donde detenerme en la tele me paro como un curioso sin fronteras en un canal que pasa de unos cazadores de lagartos, de por sí es horrible. Adiós piedad animal y defensores del mismo. Ese programa es una tortura en vivo y en directo. Pero me paro no en ese programa de maltrato animal si no en uno que se llama “Cuerpos embarazosos”. S me mira y lanza una mirada de desaprobación pero no le hago caso, persisto en mi idea de verlo muy seriamente. Y lo consigo, S habla una larga conversación por teléfono con Mila, mi suegra, y yo estoy a mis anchas y con una sonrisa de vencedor aturdido, son pequeñas victorias tontas en la que ingenuamente me regocijo. El programa de mi devoción es un programa inglés que cuenta con tres médicos – dos mujeres y un hombre. El galeno varón usa unas camisas dignas de ser proclamado el huachafo del año y puede ganarlo con metros de diferencia de cara a sus rivales. Pero al margen de esa anécdota el programa es una suerte de inventario y muestra de las enfermedades humanas en este caso en el Reino Unido. Uffff es un amplio abanico de males y de todas las edades. Un bestiario de las dolencias. Pero lo curioso es que ante cada consulta sea hombre y mujer, se calatean ante las cámaras, así sin más y sin vergüenza. Venga a mostrar todo, no hay lugar del cuerpo humano sin mostrar a las cámaras. Confieso que soy pudoroso por eso ante imágenes muy escabrosas que son muchas, cambio de canal a la velocidad del rayo. Hay operaciones de casi todos los órganos y te van explicando a detalle, eso es lo bueno pero cuando entran a honduras me abochorna. Hay imágenes que bordean lo morboso. El continente de la intimidad ha desaparecido. Así andan las televisiones y programaciones en estos nublados tiempos líquidos y vistos por un friqui gafapastas.
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